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Marketing y globalidad

¿Qué le está haciendo Internet a nuestros cerebros?

Nicholas Carr

Nicholas Carr

Le Monde trajo recientemente un artículo titulado Internet m’a-t-il rendue plus bête ? (¿Internet me ha vuelto mas tonta?) que me hizo recordar un tema no estrictamente ligado al marketing pero si al medio de información más invasivo y ya omnipresente en nuestras vidas y al que le seguimos buscando nuevas maneras de explotar con publicidad (o si se quiere ser “moderno” pero poco estricto con “conversaciones con nuestros amigos—más lo primero que lo segundo— para influenciarlos sutilmente a pensar que los productos que vendemos vale la pena comprarlos”) como hemos visto recientemente en la serie de 4 posts, dedicada a  Alan Wolk y su “Your Brand Is Not My Friend™” (1, 2, 3, 4)

El tema dio mucho juego, hace un año, cuando este blog era un mail que se enviaba a un grupo de interesados en los temas de marketing con mucho énfasis en lo que se hace en los EE UU, y cubría un artículo de Nicholas Carr, egresado de Harvard y por varios años editor ejecutivo de la Harvard Business Review escritor de varios libros —incluyendo un bestseller del NYT, en el 2008, titulado The Big Switch Rewiring the World from Edison to Google— y artículos sobre tecnología, negocios y cultura, experto en Tecnologías de la Información y la Comunicación, y asesor de la Enciclopedia Británica, posición que le fue ofrecida después de una larga diatriba personal en torno a la calidad de la Wikipedia, en su blog. El artículo, que Carr publicó en agosto del 2008 en The Atlantic, se titula Is Google Making Us Stupid? y es de lectura  imprescindible si uno quiere entender —y a lo mejor asustarse— cómo es que están cambiando nuestros hábitos y qué proceso de adaptación está siguiendo nuestro cerebro confrontado con nuevas maneras de informarse, aprender y elegir información entre el enorme menú de lo disponible.

Carr tiene además una página web más bien dedicada a la promoción de sus libros, pero que merece que se revise,  porque se encuentra uno además una sección de artículos publicados en órganos de primerísimo nivel, otra dedicada a los que ha escrito en Strategy + Business, una muy importante revista trimestral, publicada por Booz & Co. Y los artículos son de extraordinaria calidad.

Publica además un blog “Rough Type» que también vale la pena leer porque toca temas de la más diversa índole y se distingue por la claridad de su análisis y la agudeza de sus reflexiones. Y desde luego por lo incisivo de sus comentarios: es un iconoclasta que igual arremete contra Google o Wikipedia —difícil sería encontrar dos íconos más importantes del quehacer diario de la humanidad conectada— que contra el sistema de enseñanza en los EE UU. Y, como experto en IT comenta desde juegos de video nuevos hasta las últimas novedades de la inteligencia artificial. La lista de posts que ha publicado hasta ahora está disponible en sus archivos. Carr es siempre un autor interesante de leer.

Sin más preámbulos copiaré el artículo.

Lo he tomado literalmente de “La Ventana” porque encuentro la traducción del artículo oríginal en The Atlantic, extraordinariamente fiel. Como advertencia final, diré que vale la pena leerlo completo y con detenimiento, escapando de la tendencia a saltar párrafos y condensar conceptos por difícil que esto sea.

En el siguiente post resumiré los principales debates que el ensayo ha provocado. Léalo completo, tome partido y lea en el siguiente post con qué científico-pensador moderno, coincide.

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¿Está Google estupidizándonos?

Nunca un sistema de comunicación ha ejercido una influencia tan amplia sobre nuestros pensamientos como hace hoy Internet. Pero a pesar de todo lo que se ha escrito sobre la Red, se ha pensado poco en cómo exactamente nos está reprogramando. La ética intelectual de la Red sigue siendo oscura

por Nicholas Carr

“Dave, para. Para, por favor. Para, Dave. ¿Vas a parar, Dave?” Así suplica la supercomputadora HAL al implacable astronauta Dave Bowman en una famosa y fantásticamente conmovedora escena casi al final de ”2001: Una odisea del espacio” de Stanley Kubrick. Bowman, tras haber sido enviado a la muerte en el espacio interplanetario por la máquina descompuesta, está tranquila y fríamente desconectando los circuitos de memoria que controlan su “cerebro” artificial. “Dave, estoy perdiendo la mente —dice HAL, con tristeza. Me estoy dando cuenta. Lo estoy sintiendo.”

Yo también me estoy dando cuenta, lo estoy sintiendo. En los últimos años he tenido la incómoda sensación de que alguien, o algo, ha estado jugueteando con mi cerebro, cambiando el esquema de su circuito neural, reprogramando la memoria. No es que esté perdiendo la mente —hasta donde puedo decir—, pero me está cambiando. No estoy pensando del modo que antes lo hacía.

Me doy cuenta sobre todo cuando leo. Antes me era fácil sumergirme en un libro o en un artículo largo. Mi mente quedaba atrapada en la narración o en los giros de los argumentos y pasaba horas paseando por largos tramos de prosa. Ahora casi nunca es así. Ahora mi concentración casi siempre comienza a disiparse después de dos o tres páginas. Me pongo inquieto, pierdo el hilo, comienzo a buscar otra cosa que hacer. La lectura profunda que me venía de modo natural se ha convertido en una lucha.

Creo que sé qué está pasando. Desde hace ya más de una década, he estado pasando mucho tiempo en línea, buscando y navegando y a veces añadiendo a la gran base de datos de Internet. La red ha sido una bendición para mí como escritor. Puedo hacer en minutos la investigación que en un tiempo requería días en salas de la biblioteca o de las publicaciones periódicas. Unas pocas búsquedas en Google, algunos “clics” rápidos en hiperenlaces(1) y obtengo el dato revelador o la cita sucinta que andaba buscando.

Incluso sin estar trabajando, es muy probable que esté hurgando en la espesura de la información de la Red: leyendo y escribiendo correos, escaneando titulares y blogs, viendo videos y escuchando podcasts o sencillamente saltando de enlace en enlace. (A diferencia de las notas al pie, a las que muchas veces se asimilan, los hiperenlaces no sólo señalan obras que guardan relación con el tema, sino que lo lanzan a uno a ellas.)

Para mí, como para otros, la Red se está convirtiendo en un medio universal, el conducto de casi toda la información que fluye a mis ojos y oídos y entra en mi mente. Las ventajas de tener acceso inmediato a un almacén tan increíblemente rico de información son muchas y éstas han sido ampliamente descritas y debidamente aplaudidas. Clive Thomson escribió en Wired: “La retentiva perfecta de la memoria de silicón puede ser una enorme ayuda al pensamiento.”

Pero la ayuda tiene un precio. Como señaló el teórico de los medios de difusión Marshall McLuhan en los años sesenta, éstos no son sólo canales pasivos de información. Suministran la materia para el pensamiento, pero también conforman el proceso del pensamiento. Y lo que la Red parece estar haciendo es socavar mi capacidad de concentración y contemplación. Mi mente espera ahora captar la información del modo en que la Red la distribuye: en una corriente de partículas en rápido movimiento. En un tiempo fui un submarinista en el mar de palabras. Ahora me deslizo por la superficie como un tipo en una moto acuática.

No soy el único. Cuando les menciono mis problemas con la lectura a amigos y conocidos —la mayoría de ellos hombres de letras— muchos dicen estar experimentando algo similar. Mientras más usan la Red, más tienen que luchar para concentrarse en escritos largos. Algunos de los bloggers que sigo también han comenzado a mencionar el fenómeno. Scout Karp, quien escribe un blog sobre los medios de difusión en línea, confesó hace poco que ha dejado por completo de leer libros. “Hice el master en literatura en la universidad y era un voraz lector de libros —escribió—. ¿Qué ha pasado?” Y especula la respuesta: “¿Y si todo lo que leo es en la red, no se debe a que la forma en que leo haya cambiado, o sea, que esté sólo en busca de comodidad, sino porque mi forma de PENSAR ha cambiado?”

Bruce Friedman, quien escribe regularmente un blog sobre el uso de las computadoras en la medicina, también ha descrito la forma en que Internet ha cambiado sus hábitos mentales. “He perdido casi por entero la capacidad de leer y absorber un artículo largo en la red o impreso”, escribió a principios de año.

Friedman, patólogo miembro de larga data de la facultad de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, amplió su comentario en una conversación telefónica conmigo. Su forma de pensar, dijo, ha tomado una calidad de “staccato”, que refleja la forma en que escanea con rapidez pasajes cortos de texto de muchas fuentes en línea. “Ya no puedo volver a leer La guerra y la paz —admitió—. He perdido la capacidad de hacerlo. Me resulta difícil absorber incluso un blog de más de tres o cuatro párrafos. Lo leo por encima.”

Las anécdotas por sí solas no demuestran mucho. Y todavía estamos en espera de experimentos neurológicos y psicológicos a largo plazo que brinden una imagen definitiva de la forma en que el uso de Internet afecta la cognición. Pero un estudio recién publicado de los hábitos de investigación en línea, realizado por académicos del University College de Londres, indican que muy bien podemos estar en medio de un cambio radical en la forma en que leemos y pensamos.

Como parte de un programa de investigación de cinco años, los estudiosos examinaron registros de computación que documentan el comportamiento de visitantes de dos populares sitios de investigación, uno operado por la Biblioteca Británica y el otro por un consorcio educacional del Reino Unido, que brindan acceso a artículos de revistas, libros electrónicos y otras fuentes de información escrita. Encontraron que las personas que usan los sitios exhibían “una forma de actividad como de quien está echando una ojeada”, en que saltaban de una fuente a otra y pocas veces regresaban a una que ya hubieran visitado. Típicamente leían sólo una o dos páginas de un artículo o libro antes de “saltar” a otro sitio. A veces salvaban un artículo largo, pero no hay pruebas de que regresaran a él y lo leyeran de verdad. Los autores del estudio informan:

Es evidente que los usuarios no leen en línea en el sentido tradicional; de hecho hay indicios de que están surgiendo nuevas formas de “leer” según los usuarios navegan horizontalmente por los títulos, los índices y los resúmenes buscando ganar rapidez. Casi parece que van en línea para evitar leer en el sentido tradicional.

Gracias a la ubicuidad del texto en Internet, por no mencionar la popularidad de los mensajes de texto en los teléfonos celulares, pudiéramos estar leyendo más hoy que en los años setenta u ochenta, cuando la televisión era nuestro medio preferido. Pero es un tipo distinto de lectura y detrás de él hay un tipo distinto de pensamiento… tal vez incluso un nuevo sentido del ser. “No sólo somos lo que leemos —dice Maryanne Wolf, psicóloga del desarrollo de la Universidad de Tufts y autora de Proust and the Squid: The Story and Science of the Reading Brain (Proust y el calamar: La historia y la ciencia del cerebro lector)—. Somos como leemos.”

A Woolf le preocupa que el estilo de lectura que promueve la Red, un estilo que coloca la “eficiencia” y la “inmediatez” por encima de todo lo demás, esté debilitando tal vez nuestra capacidad para el tipo de lectura profunda que emergió cuando una tecnología anterior, la prensa impresa, hizo comunes y corrientes las largas y complejas obras de prosa. Cuando leemos en línea, dice, tendemos a convertirnos en “meros descodificadores de información”. Nuestra capacidad de interpretar textos, de hacer las ricas conexiones mentales que se forman cuando leemos con profundidad y sin distracción, sigue en gran medida desconectada.

Leer, explica Wolf, no es una habilidad instintiva de los seres humanos. No está grabada en nuestros genes del modo que lo está el discurso. Tenemos que enseñar a nuestras mentes a traducir los caracteres simbólicos que vemos al lenguaje que comprendemos. Y los demás medios u otras tecnologías que usamos al aprender y practicar el arte de la lectura desempeñan un papel importante en la conformación de los circuitos neurales que se encuentran en el interior de nuestros cerebros. Los experimentos demuestran que los lectores de ideogramas, como los chinos, desarrollan un sistema de circuitos mentales para la lectura muy diferente del sistema que se encuentra en quienes, como nosotros, cuya lengua escrita emplea el alfabeto.

Las variaciones se extienden a lo largo de muchas regiones del cerebro, incluidas las que rigen funciones cognitivas tan esenciales como la memoria y la interpretación de estímulos visuales y auditivos. Podemos también prever que los circuitos tejidos por nuestro uso de la Red sean distintos a los tejidos por nuestra lectura de libros y otras obras impresas.

En algún momento de 1882, Friedrich Nietzsche compró una máquina de escribir: una Malling-Hansen Writing Bal, para mayor precisión. Le fallaba la vista y mantener los ojos enfocados en la página se le había hecho agotador y doloroso y muchas veces le provocaba fuertes dolores de cabeza. Se había visto obligado a reducir su escritura y temía que pronto le sería necesario abandonarla. La máquina de escribir lo rescató, al menos de momento. Una vez dominada la mecanografía al tacto, podía escribir con los ojos cerrados, usando sólo las yemas de los dedos. Las palabras podían fluir de nuevo de su mente a la página.

La máquina de escribir de Nietzsche

La máquina de escribir de Nietzsche

Pero la máquina tuvo un efecto más sutil sobre su obra. Uno de los amigos de Nietzsche, un compositor, observó un cambio en su estilo de escribir. Su prosa, ya de por sí tersa, se había hecho más comprimida, más telegráfica. “Puede que con este instrumento incluso te adaptes a nuevos giros idiomáticos —le escribió el amigo en una carta observando que, en su propia obra, sus “«ideas» en música y lenguaje solían depender de la calidad de la pluma y el papel”.

—Tienes razón —repuso Nietzsche—, nuestro equipo de escribir participa en la formación de nuestros pensamientos.

Bajo el influjo de la máquina, escribe el académico alemán de los medios de difusión Friedrich A. Kittler, la prosa de Nietzsche “cambió de argumentos a aforismos, de pensamientos a juegos de palabras, del estilo retórico al telegráfico.”

El cerebro humano es casi infinitamente maleable. La gente pensaba que nuestro engranaje mental —las densas conexiones que se forman entre los 100 billones de neuronas que se encuentran dentro de nuestros cráneos— estaba en gran medida fijado para el momento en que alcanzábamos la edad adulta. Pero los investigadores del cerebro han descubierto que no es así. James Olds, profesor de neurociencia que dirige el Instituto Krasnow de Estudios Avanzados en la Universidad George Mason, afirma que incluso la mente adulta “es muy plástica”. Las neuronas normalmente rompen conexiones viejas y forman nuevas. Según Olds, “el cerebro tiene la capacidad de reprogramarse a la carrera, cambiando la forma en que funciona.”

Según usamos lo que el sociólogo Daniel Bell ha llamado nuestras “tecnologías individuales” —los instrumentos que amplían nuestras capacidades mentales más bien que físicas— inevitablemente comenzamos a adoptar las cualidades de esas tecnologías.

El reloj mecánico, que comenzó a usarse corrientemente en el siglo XIV, brinda un ejemplo convincente. En Technics and Civilization (Técnicas y civilización), el historiador y crítico de la cultura Lewis Mumford describió la forma en que el reloj “desasoció el tiempo de los sucesos humanos y contribuyó a crear la idea de un mundo independiente de secuencias matemáticamente mensurables”. El “marco abstracto de tiempo dividido” se convirtió en “el punto de referencia de la acción y el pensamiento”.

El tictac metódico del reloj contribuyó al surgimiento de la mente científica y del científico, pero también se llevó algo. Como observó el difunto científico de computación del MIT(2) Joseph Weizenbaum en su libro de 1976, Computer Power and Human Reason: From Judgment to Calculation (El poder de la computadora y la razón humana: del juicio al cálculo), la concepción del mundo que surgió del empleo extendido de los instrumentos de llevar el tiempo “sigue siendo una versión empobrecida del antiguo, porque descansa en un rechazo de las experiencias directas que formaban la base de la antigua realidad y, de hecho, la constituían.” Al decidir cuándo comer, trabajar, dormir, levantarse, dejamos de escuchar a nuestros sentidos y comenzamos a obedecer el reloj.

El tictac metódico del reloj contribuyó al surgimiento de la mente científica

El proceso de adaptación a nuevas tecnologías intelectuales se refleja en las cambiantes metáforas que usamos para explicarnos a nosotros mismos. Cuando llegó el reloj mecánico, las personas comenzaron a pensar que sus cerebros operaban “como mecanismos de relojería”. Hoy, en la era del software, hemos llegado a pensar que operan “como computadoras”. Pero los cambios, nos dicen las neurociencias, son mucho más profundos que la metáfora. Gracias a la plasticidad de nuestro cerebro, la adaptación se produce también en el nivel biológico.

Internet promete tener efectos de especial alcance en la cognición. En un trabajo publicado en 1936, el matemático británico Alan Turing demostró que era posible programar una computadora digital, que en aquella época existía sólo como máquina teórica, para que realizara la función de cualquier otro dispositivo de procesamiento de información. Eso es lo que estamos presenciando hoy. Internet, un sistema de computación inconmensurablemente poderoso, está subsumiendo la mayoría de nuestras otras tecnologías intelectuales. Se está convirtiendo en nuestro mapa y nuestro reloj, nuestra imprenta y nuestra máquina de escribir, nuestra calculadora y nuestro teléfono, nuestro radio y nuestra televisión.

Cuando la Red absorbe un medio, ese medio se recrea a la imagen de la Red. Inyecta el contenido del medio con hiperenlaces, anuncios de parpadeo y otras baratijas digitales y rodea el contenido con el contenido de todos los demás medios que ha absorbido. Un mensaje nuevo de correos, por ejemplo, puede anunciar su llegada mientras estamos revisando los últimos titulares de un sitio de prensa. El resultado es dispersar nuestra atención y difundir nuestra concentración.

Tampoco termina la influencia de la Red en los márgenes de la pantalla de la computadora. Al irse sintonizando las mentes de las personas al enloquecido conjunto de medios de Internet, los medios tradicionales deben adaptarse a las nuevas expectativas del público.

Los medios tradicionales se adaptan a las nuevas expectativas del público.

Los programas de televisión añaden textos que se deslizan por la pantalla y anuncios que surgen de repente; revistas y diarios acortan sus artículos, introducen resúmenes en cápsulas y rellenan sus páginas con fragmentos de información fáciles de rastrear. Cuando en marzo de este año The New York Times decidió dedicar la segunda y tercera páginas de cada edición a resúmenes de artículos, su director de diseño Tom Bodkin explicó que los “atajos” darían a los lectores atribulados un “tanteo” rápido de las noticias del día ahorrándoles el método “menos eficiente” de volver las páginas y leer los artículos. Los medios antiguos tienen poca opción más que jugar con las reglas de los medios nuevos.

Nunca ha desempeñado un sistema de comunicación tantos papeles en nuestras vidas —o ejercido una influencia tan amplia sobre nuestros pensamientos— como hace hoy Internet. Pero, a pesar de todo lo que se ha escrito sobre la Red, se ha pensado poco en cómo exactamente nos está reprogramando. La ética intelectual de la Red sigue siendo oscura.

Aproximadamente por el tiempo en que Nietzsche comenzó a usar su máquina de escribir, un joven serio llamado Frederick Winslow Taylor fue con un cronómetro a la planta Midvale Steel de Filadelfia y comenzó una histórica serie de experimentos destinada a mejorar la eficiencia de sus maquinistas. Con aprobación de los propietarios de Midvale, tomó a un grupo de obreros, los puso a trabajar en varias máquinas de elaborado de metales y registró y midió el tiempo de cada uno de sus movimientos así como las operaciones de las máquinas. Dividiendo cada tarea en una secuencia de pequeños pasos discretos y luego ensayando formas distintas de realizar cada una, Taylor creó un conjunto de instrucciones precisas —un “algoritmo” pudiéramos decir hoy— de cómo debía trabajar cada obrero.

Los empleados de Midvale rezongaron sobre el estricto régimen nuevo, diciendo que los convertía en poco más que autómatas, pero la productividad de la fábrica se disparó.

Más de cien años después de la invención del motor de vapor, la Revolución Industrial al fin había encontrado sus bases filosóficas y su filósofo. La apretada coreografía industrial de Taylor —su “sistema”, como le agradaba llamarlo— fue aceptada por fabricantes de todo el país y, con el tiempo, de todo el mundo. Procurando la mayor rapidez, eficiencia y producción, los dueños de fábricas utilizaban los estudios de tiempo y movimiento para organizar el trabajo y configurar las tareas de sus trabajadores.

El objetivo, como definió Taylor en su célebre tratado de 1911, The Principles of Scientific Management (Los principios de la gestión moderna), era identificar y adoptar, para cada tarea, “un mejor método” de trabajo y con ello efectuar “la sustitución gradual de la ciencia por la regla empírica en todas las artes mecánicas”. Una vez que se aplicara este sistema en todos los actos de trabajo manual, aseguró Taylor a sus seguidores, brindaría una reestructuración no sólo de la industria, sino de la sociedad, creando la utopía de la eficiencia perfecta. “En el pasado el hombre había sido lo primero —declaró—, en el futuro lo será el sistema.”

El sistema de Taylor sigue en gran medida con nosotros: sigue siendo la ética de la manufactura industrial. Y ahora, gracias al creciente poder que los ingenieros en computación y codificadores de software ejercen sobre nuestras vidas intelectuales, la ética de Taylor comienza a regir también la esfera de la mente. Internet es una máquina diseñada para la recolección, transmisión y manipulación automatizada de información y sus legiones de programadores están concentrados en encontrar el “mejor método único” —el algoritmo perfecto— para llevar a cabo cada movimiento mental de lo que hemos llegado a describir como “trabajo de conocimiento”.

La sede de Google, en Moutain View, California —el Googleplex— es el santuario supremo de Internet y la religión que se practica dentro de sus paredes es el taylorismo. Google, al decir de su ejecutivo principal, Eric Schmidt, es “una compañía fundada en torno a la ciencia de la medición” y se esfuerza en “sistematizar todo” lo que hace. Según el Harvard Business Review, haciendo uso de los terabytes de datos de conducta que recoge mediante su motor de búsqueda(3) y otros sitios, realiza miles de experimentos diarios y utiliza los resultados para refinar los algoritmos que controlan cada vez más la forma en que las personas encuentran información y extraen significado de ella. Lo que Taylor hizo para el trabajo manual, Google lo está haciendo para el trabajo mental.

Google plex

Googleplex

La compañía ha declarado que su misión es “organizar la información mundial y hacerla universalmente accesible y útil”. Procura desarrollar “el motor de búsqueda perfecto” al que define como algo que “entiende exactamente lo que uno quiere decir y le devuelve exactamente lo que desea”. Al entender de Google, la información es un tipo de producto, un recurso utilitario que puede extraerse y procesarse con eficiencia industrial. Mientras más sean las piezas de información a las que uno pueda “acceder” y mientras con mayor rapidez podamos extraer lo esencial de ellas, más productivos nos hacemos como pensadores.

¿Dónde termina esto? Sergey Brin y Larry Page, los dotados jóvenes que fundaron Google cuando hacían su doctorado en ciencias de computación en Stanford, hablan con frecuencia de su deseo de convertir su motor de búsqueda en una inteligencia artificial, una máquina al estilo de HAL que sea posible conectar directamente a nuestros cerebros. “El motor de búsqueda supremo es tan inteligente como las personas… o más —afirmó Page hace unos años en un discurso—. Para nosotros, trabajar en búsqueda es una forma de trabajar en inteligencia artificial.”

En una entrevista concedida a Newsweek en 2004, Brin comentó: “No hay dudas de que si uno tuviera toda la información del mundo unida directamente al cerebro, o un cerebro artificial que fuera más listo que el propio, estaría uno mejor.” El año pasado Page dijo en una convención de científicos que Google “en realidad trata de construir una inteligencia artificial y de hacerlo en gran escala”.

Una ambición de este tipo es natural, incluso admirable, para un par de genios matemáticos con vastas cantidades de dinero a su disposición y un pequeño ejército de científicos de computación en su empleo. Google, una empresa fundamentalmente científica, está motivada por un deseo de usar la tecnología, en palabras de Eric Schmidt, “para solucionar problemas que nunca antes se han solucionado” y la inteligencia artificial es el problema más difícil que hay. ¿Por qué no habrían de ser Brin y Page quienes lo resolvieran?

De todos modos, su suposición fácil de que estaríamos “mucho mejor” si una inteligencia artificial complementara, o incluso sustituyera, nuestros cerebros resulta inquietante. Ésta indica una creencia en que la inteligencia es producto de un proceso mecánico, una serie de pasos discretos que es posible aislar, medir, optimizar. En el mundo de Google, el mundo en que entramos al entrar en línea, hay poco espacio para la falta de claridad de la contemplación. La ambigüedad no es una apertura para la visión, sino una falla que debe arreglarse. El cerebro humano es sólo una computadora anticuada que necesita un procesador más rápido y un disco duro mayor.

Segey Brin y Larry Page

Segey Brin y Larry Page, los creadores de Google

La idea de que nuestras mentes deben operar como máquinas de procesamiento de datos de alta velocidad no sólo está incorporada al funcionamiento de Internet, sino que es también el modelo comercial reinante de la red. Mientras con mayor rapidez naveguemos por la Red —mientras más enlaces podamos cliquear y más páginas veamos— más oportunidades ganan Google y otras empresas de recopilar información sobre nosotros y alimentarnos anuncios.

La mayoría de los propietarios de Internet comercial tienen interés financiero en recopilar los mendrugos de datos que dejamos atrás cuando revoloteamos de enlace en enlace… mientras más mendrugos, mejor. Lo último que desean estas empresas es fomentar la lectura pausada o el pensamiento concentrado, lento. Es interés económico suyo llevarnos a la distracción.

Puede que yo sea sólo una persona que se preocupa más de lo debido. Del mismo modo que existe una tendencia a glorificar el avance tecnológico, existe una tendencia opuesta a esperar lo peor de todo instrumento o máquina nueva.

En la Fedra de Platón, Sócrates se lamentaba del desarrollo de la escritura. Temía que, según las personas comenzaran a confiar en la palabra escrita como sustituto del conocimiento que antes llevaban dentro de las cabezas, en palabras de uno de los personajes del diálogo, “dejaran de ejercitar su memoria y se hicieran olvidadizas”. Y como podrían “recibir una cantidad de información sin instrucción adecuada”, se les “considerara muy conocedores cuando la mayoría es bien ignorante”. Estarían “llenas de la presunción de sabiduría en lugar de verdadera sabiduría”.

Sócrates no se equivocaba —la nueva tecnología muchas veces tuvo los efectos que temió—, pero fue miope. No podía prever las muchas formas en que la escritura y la lectura servirían para extender la información, estimular ideas nuevas y expandir el conocimiento (cuando no la sabiduría) humana.

La llegada de la imprenta de Gutenberg en el siglo XV provocó otra ronda de rechinamiento de dientes. Al humanista italiano Hieronimo Squarciafico le preocupaba que a disponibilidad fácil de los libros condujera a pereza intelectual, haciendo a los hombres “menos estudiosos” y debilitando sus mentes. Otros aducían que los libros y publicaciones impresas baratas socavarían la autoridad religiosa, degradarían el trabajo de eruditos y escribas y extenderían la sedición y el libertinaje. Como observa el profesor de la Universidad de Nueva York Clay Shirky: “La mayoría de los argumentos que se opusieron a la imprenta fueron correctos, incluso proféticos.” Pero, de nuevo, los agoreros no fueron capaces de imaginar la miríada de bendiciones que brindaría la palabra impresa.

Clay Shirky

Clay Shirky

De modo que sí, deben mostrarse escépticos hacia mi escepticismo. Puede que aquellos que descarten a quienes critican Internet por considerarlos luditas o nostalgistas tengan la razón y de nuestras mentes hiperactivas, alimentadas de datos, surja una era dorada de descubrimiento intelectual y sabiduría universal.

Pero, de nuevo, la Red no es el alfabeto y aunque pueda sustituir a la imprenta produce algo por completo diferente. El tipo de lectura profunda que promueve una secuencia de páginas impresas es valiosa no sólo por el conocimiento que adquirimos de las palabras del autor, sino por las vibraciones intelectuales que esas palabras desencadenan en nuestras propias mentes. En los espacios de calma abiertos por la lectura sostenida, sin distracción, de un libro o, si a eso vamos, por cualquier otro acto de contemplación, realizamos nuestras asociaciones, trazamos nuestras propias inferencias y analogías, promovemos nuestras propias ideas. La lectura profunda, como afirma Maryanne Wolf, es indistinguible del pensamiento profundo.

Si perdemos esos espacios de quietud o los llenamos de “contenido”, sacrificaremos algo importante no sólo de nuestro propio ser, sino de nuestra cultura. En un ensayo reciente, el dramaturgo Richard Foreman describió con elocuencia lo que está en juego:

“Procedo de una tradición de cultura occidental en que el ideal (mi ideal) era la estructura compleja, densa, como una catedral de la personalidad de alta educación y expresión, el hombre o mujer que llevaba dentro de sí una versión individualmente construida y singular del patrimonio completo de Occidente. [Pero ahora] veo dentro de todos nosotros (yo incluido) la sustitución de la compleja densidad interna por un nuevo tipo de ser que evoluciona bajo la presión de la sobrecarga de información y la tecnología de lo “instantáneamente disponible”.

Según se nos drena de nuestro “repertorio interno de denso patrimonio cultural”, concluyó Foreman, nos arriesgamos a convertirnos en “gente tan extendida y fina como una crepa según nos conectamos con la vasta red de información a la que se accede tan sólo tocando un botón.”

Me persigue esa escena de 2001. Lo que la hace tan conmovedora, y tan extraña, es la respuesta emocional de la computadora al desmonte de su mente: su desesperación cuando se va oscureciendo un circuito tras otro, su súplica infantil al astronauta —“Lo estoy sintiendo. Lo estoy sintiendo. Tengo miedo”— y su reversión final a lo que sólo puede recibir el nombre de estado de inocencia. La emanación de sentimientos de HAL contrasta con la impasibilidad que caracteriza a las figuras humanas del film, que hacen lo que tienen que hacer con eficiencia casi robótica. Sus pensamientos y acciones parecen preparados de antemano, como si siguieran los pasos de un algoritmo.

En el mundo de 2001, las personas se han hecho tan similares a máquinas que el carácter más humano resulta ser la máquina. Esa es la esencia de la oscura profecía de Kubrick: según confiemos en las computadoras para mediar nuestra comprensión del mundo es nuestra propia inteligencia la que se aplana hasta convertirse en inteligencia artificial.

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El libro más reciente de Nicholas Carr, The Big Switch: Rewiring the World, from Edison to Google, se publicó en el año 2008.

Notas:

1.- Hyperlink (hiperenlace, hipervínculo, nexo) Puntero existente en un documento hipertexto que apunta (enlaza) a otro documento que puede ser o no otro documento hipertexto. [Fuente: RFCALVO]

2.- Instituto Tecnológico de Massachussets.

3.- Search engine (motor de búsqueda, buscador, indexador de información) Servicio WWW que permite al usuario acceder a información sobre un tema determinado contenida en un servidor de información Internet (WWW, FTP, Gopher, Usenet, Newsgroups…) a través de palabras de búsqueda introducidas por él. Los más conocidos son Yahoo, WebCrawler, Lycos, Altavista, DejaNews… En España empiezan a existir indexadores en lengua castellana, con nombres tan castizos como Ole y Ozú. [Fuente: RFCALVO].

Tomado de La Ventana

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agosto 31, 2009 Posted by | Estrategia, Globalidad, Marketing y Globalidad, Software | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 1 comentario

Your Brand Is Not My Friend™: recapitulando

Este Post pone punto final a la serie Your Brand Is Not My Friend™ de Alan Wolk(1) que he cubierto en los tres posts anteriores: El entorno de los medios sociales según Alan Wolk, La Web 2.0 sin laberintos ni idioma geek (1). A la manera de Alan Wolk“Su marca, no es mi amiga” pero hay otras —muy pocas— que sí.

Quizás lo que más me ha gustado de la  serie  —y por eso le he dedicado espacio en mi blog— es que Wolk desmitifica, le quita esoterismo a los conceptos y se sale de la corriente de los que repiten que ya no hay publicidad sino conversaciones y solo conversaciones y que hay que hacer amigos y no clientes. Y sin pelos en la lengua ni temor a represalias (está yendo a contracorriente de lo que la mayoría de sus colegas recomienda), le llama a las cosas por su nombre. Y las pone en orden.

La frase “Aún si la Web 2.0 tiene un valor limitado, la gente de marketing que la ignore lo hará bajo su propio riesgo. Porque realmente lo único fundamental es que deben ser conscientes de sus limitaciones” que apareció en el segundo Post, me parece fundamental porque de eso se trata: de saber lo que es posible y lo que no es posible en la red (y particularmente en las redes sociales que son el epicentro de un gran movimiento que quiere explotarlas publicitariamente). Y nos dice, Alan, lo que esos “amigos” que queremos ir a encontrar en la Web 2.0, nos van a dejar hacer y lo que no. Eso me parece que quedó muy claro también en Twitter como medio publicitario: una encuesta reveladora y una propuesta donde vimos a varias empresas grandes usar con limitaciones, pero con éxito a Twitter, para tres labores básicas: un servicio al consumidor ágil y rapidísimo, un sistema de escucha y análisis de buzz online (boca a boca o boca a oreja) con su respectivo debriefing y eventualmente, solo eventualmente, la posibilidad de entablar una relación con él, y un sencillo sistema para comunicar, máximo una vez al día, productos en oferta a un núcleo específico. Y quedó claro también en Twitter crece, pero no es gracias a los adolescentes. Y sin duda en Medios sociales: separando las tendencias de los hypes.

La frase, que he puesto en negrita más arriba, es particularmente importante viniendo de un profesional de la Web como Alan Wolk: un creativo y un estratega, que ha pasado mucho mas tiempo trabajando en agencias online que en las tradicionales y que destaca como estratega y consejero, justamente en el contexto de la web.

Una película sobre las Hogs y sus dueños

Planteémonos la pregunta de si queremos realmente “conversar” con las marcas que compramos. Compramos aquello que conocemos y que nos inspira confianza. Ni los productos necesitan ser amigos nuestros ni ellos realmente quieren serlo:

– a nosotros, como consumidores, nos basta con que se comuniquen clara y honradamente con nosotros tanto para explicarnos el value de sus productos como para contestar con celeridad y honestidad cualquier pregunta o sugerencia que tengamos. Y sobre todo cualquier queja o reclamo.

– a ellos más les vale tener las orejas y los ojos bien abiertos. Y la boca y la web, listas para contestar.

– Solo por excepción querremos formar parte de un club de consumidores. Por ejemplo el club HOGHarley-Davidson Owners Group que en su declaración de principios en España dice: “El Harley Owners Group es mucho más que una simple organización de motociclistas. Es un millón de personas en todo el mundo unidas por la misma pasión: hacer del sueño Harley-Davidson un estilo de vida”. Hog significa cerdo (o más bien verraco, es decir el cerdo macho e incluso si es wild hog, jabalí) pero también está totalmente ligado a la marca Harley-Davidson, al punto que (HOG) son las iniciales con las que se identifica a Harley Davidson Inc., en la bolsa de Nueva York. Yendo más allá, también es como se le llama a la propia motocicleta. Ese es un ejemplo frecuente de posicionamiento de Al Ries. Por ejemplo aquí, donde para explicar la falta de posicionamiento de las marcas de G M habla de la Hog, de la que siempre dice que no tiene problema de competencia porque mientras que todas las demás son motocicletas, la Harley Davidson es una Hog (una cosa mucho más grande y poderosa  y sobre todo, totalmente distinta a las marcas más importantes.)

Para que los fabricantes de lo que compramos —que no sean Hogs (o Fonzies)— nos comuniquen lo que ellos quieren que sepamos, tenemos inicialmente los medios tradicionales que parecen ser los que seguimos eligiendo (ver enlaces al pie que lo prueban). Y para preguntar, sugerir o reclamar algo, tenemos dos caminos: el teléfono y la web. Me parece que la enorme mayoría de los consumidores se siente cómoda con ese sistema. Lo que no impide que mucha gente quiera pertenecer a clubes en los que se relaciona con otros que piensan, sienten, perciben, comen, beben o juegan como él. Existe un lugar donde se reunen los quecelebran su amor por la Coca Cola o los que se declaran fans de McDonald’s (ambos además en Facebook, claro), y otro de gente interesada en compartir sus experiencias y emociones cuando juegan al Tiddlywinks (aparentemente llamado en castellano La Pulga) que consiste en introducir unas fichas en un cubilete haciéndolas saltar bajo la presión de otra ficha, siendo esta mayor (ver la ilustración más abajo). ¿No me creen? Hay una sociedad de ellos nada menos que en Harvard: The Harvard Tiddlywinks Society. Como dijo un torero cordobés: ¡Es que hay gente pa tó!(2)

Pero me parece claro que si no vendemos cubiletes y/o fichas será difícil que los del Tiddlywinks (si el juego es “La Pulga” ¿los aficionados se llamarán pulgosos entre ellos?) nos dejen entrar a vender nada. A menos que vendamos cubiletes, fichas o ambas cosas.

Tiddlywinks o El juego de la pulga.

Jugando al Tiddlywinks o La Pulga

Termino con el slideshare que ofrecí en el post anterior, presentado por Alan Wolk en el Minneapolis College of Art and Design, en el marco del programa «Conversations About The Future of Advertising» CATFOA, que persigue mejorar la calidad del marketing interactivo y del desarrollo de la publicidad. El slideshare grafica muy bien lo que Wolk ha explicado en su serie y aunque está en inglés, es sencillo y por lo tanto fácil de seguir.

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(1)Hablamos de Alan Wolk, su blog y de su frase famosa “Your brand is not my friend”, en Twitter como medio publicitario: una encuesta reveladora y una propuesta y en los dos posts mencionados en el primer párrafo.

Alan Wolk se define a sí mismo como una de las nuevas voces del lado creativo del negocio publicitario que ha establecido un espacio distinto para su consultoría por su sentido común frente a la estrategia que combina con la práctica directa en funciones de director creativo.

Es un importante especialista en todo el entorno online, frecuentemente citado, y su blog enlazado, ha sido seleccionado por el exclusivo sitio de Guy Kawasaki, Alltop, en torno a blogs excepcionales, aparece en el número 15 de la lista los “42 blogs” del Top Rank Marketing Blog y además publica artículos con frecuencia en Marketing Profs (más conocida como MPDailyFix), un blog enfocado en los consultores de marketing y en el consorcio norteamericano de publicaciones Newstext.

Su serie de artículos más renombrada (que es justamente la que hemos tratado en tres posts), escrita en el 2007, ha sido publicada, por ejemplo, en Adweek y su editor, Brian Morrissey ha calificado a su blog, The Toad Stool, “como uno de los más leídos de la industria”. La serie “Your brand is not my friend” tiene que ver con las falsas presunciones, suposiciones o conjeturas que expresan, a veces con no poco desparpajo, soberbia y ligereza, algunos especialistas en marketing sea del lado del cliente o del lado de las agencias, en torno a la explotación comercial de  la Web 2.0. La escribió en el 2007 pero no solamente no ha perdido vigencia sino que ha cobrado realismo porque varias de las cosas que el autor anticipó que sucederían … han sucedido.

(2) «Hay gente pa tó» es una frase categórica atribuida al gran maestro y califa del toreo cordobés Rafael Guerra «Guerrita». Cuenta la historia del toreo que después de una gran corrida en Madrid, era corriente que los diestros ofrecieran una fiesta en el hotel a amigos, periodistas y gente relacionada con las artes y la cultura en general. Pues bien, en una de esas celebraciones le presentaron a nuestro afamado matador a Don José Ortega y Gasset, y se lo presentaron como filósofo, a lo que el maestro inquirió sorprendido ¿filósofo? ¿y eso qué es? De inmediato le explicaron que se trataba de la persona que trabajaba con las ideas y el pensamiento, a lo que el Guerra, asombrado por tamaña profesión, sentenció con su famoso «¡Hay gente pa tó!». Tomado de Cordobapedia.

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agosto 26, 2009 Posted by | Buzzing, Marketing y Globalidad, Medios sociales, Redes Sociales | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

«Su marca, no es mi amiga» pero hay otras —muy pocas— que sí.

Entramos a la parte final de la serie de Alan Wolk (1) “Your brand is not my friend”, que completa los primeros tres capítulos (que ya cubrimos en El entorno de los medios sociales según Alan Wolk y en La Web 2.0 sin laberintos ni idioma geek (1). A la manera de Alan Wolk). La publicó en Daily fix, el blog de Marketing Profs., en el 2007, como las anteriores, y en Adweek, con algunas enmiendas, el 23 de Junio del 2008.

Wolk entra de lleno en este capítulo  a sustentar la ya famosa frase Your Brand Is Not My Friend™ que por la ™ que se ha agregado a la misma en recientes textos donde la citaba su autor, parece ser ya una marca registrada.

Arnold’s la cafetería de Happy Days

Que un extracto de un capítulo de Happy Days encabece mis comentarios, obedece a que Wolk dice que Facebook es malt shop (o cafetería) del siglo XXI adonde van, ahora, los adolescentes y jóvenes adultos a pasar el rato. Y yo no puedo imaginar una cafetería de los años 50 y 60 mas representativa que Arnold’s, de la serie «Días Felices», que corrió en ABC entre el 74 y el 84. Así que he escogido una escena donde los protagonitas están en la de Matsuo «Arnold» Takahashi (el actor Pat Morita que después se hiciera muy famoso interpretando al Sr. Miyagui en la serie The Karate Kid, en una actuación que le valió una nominación al Oscar y otra al Globo de Oro, en 1984, al mejor actor secundario).

Y si Facebook es el nuevo Arnold’s (o su segunda casa donde ellos siguen las idas y venidas de sus 100 amigos más cercanos, comparando sus gustos en música, películas, fotos y destinos turísticos) lo último que quieren los que lo frecuentan es que aparezca un vendedor tratando de tener “una conversación” con ellos mientras están poniéndose de acuerdo cuando van a ir al cine juntos. Evidentemente no quieren conversar con el vendedor,  lo que quieren es conversar con sus amigos.

Por otro lado, las agencias de publicidad han olvidado que son vendedoras. Hasta hace poco proclamaban: “Somos vendedores. Vendemos los productos de nuestros clientes”, pero, de pronto, ya nadie quiere ser un vendedor. Ahora llevan a cabo “conversaciones” y además, los consumidores ya no son consumidores: ahora son “amigos”. Pero ¿a quien creen que están engañando si ¡Tu marca, no es mi amiga!.

El mayor atractivo de los medios sociales es justamente su independencia de los anunciantes corporativos. Tolerarán banners o avisos de búsqueda en la página, de la misma manera que en la cafetería toleraban los individuales con publicidad o el aviso de Coca Cola en la máquina expendedora de gaseosas: ese tipo de publicidad es inocuo y rápidamente se vuelve parte del paisaje. Por lo tanto no estoy seguro de dónde se desarrolló la presunción de que la gente quiere oír cosas sobre las marcas… porque eso no es cierto, agrega Alan. Por lo menos no en escenarios en los que el objetivo primario es charlar e interactuar con los amigos reales (y recordémoslo: sus marcas, no son nuestras amigas). En un blog o en un tablero de mensajes, dedicados a un tema en particular, la gente podría escuchar a alguien de una empresa, especialmente si esa persona tiene un nombre que pueden reconocer. Por ejemplo, si el mismo Steve Jobs de Apple fuese quien envía posts a un tablero, mucha gente encontraría emocionante “conversar” con él, pero desde luego no lo estarían con contestar un post genérico de “Apple” o de «algún vicepresidente de Apple», quien no tendría acogida ninguna.

El Fonzie

Ahora bien, Wolk le llama “Prom King Brands™” (ojo al ™ de Marca Registrada) o «Reyes de sus Promociones» (es decir los chicos mas populares del colegio) a ciertas marcas que se distinguen nítidamente de las demás. (Esta es otra expresión feliz y muy adecuada si se sigue pensando en la concurrencia a la cafetería de Arnold o a Facebook. En una analogía de Happy Days, serían marcas “Fonzie”, el personaje secundario que terminó siendo el principal de la serie, interpretado por Henry Winkler y del que vemos una escena característica, en el video que aparece, al principio de este párrafo).

Son las marcas espectaculares: Nike, Apple, Starbucks, Virgin, Whole Foods, etc. (y agregaré yo por mi cuenta: Harley Davidson, McDonald’s, Dell, Fisher-Price, Dove, Coca Cola, Zappos…) y también forman parte de esa élite, las de los equipos deportivos, los shows de TV, las bandas de rock. Las demás no tienen esa suerte, halo o resplandor y a la gente no le interesa tanto andar o codearse con ellas. Porque mientras que a Frapuccino de Starbucks no le cuesta trabajo tener un grupo de “amigos” o seguidores en Facebook, nadie se haría seguidor de Maxwell House (una marca de café económico norteamericano líder del mercado hasta fines de los 80 y ahora segundo detrás de Folgers). Para ser precisos, Maxwell House sí tiene amigos o seguidores en Facebook, pero se trata de una persona (guitarrista aparentemente) con ese nombre en Québec, Canadá.

Frapuccino

¿Significa eso que si su marca no es una “Reina de la Promoción” tiene que evitar los medios sociales? En absoluto. Significa que tiene que ser más astuto para usar el espacio, y desde luego mucho más auténtico —dice Wolk— y agrega que siguiendo el ejemplo anterior del Maxwell House, lo que ésta marca podría hacer es buscar al grupo de los “Seguidores de los Precios Bajos” y acercarse a ellos como un vendedor. No como un amigo. Y colocar un texto que diga algo así como “Amigos de los precios bajos, Maxwell House sabe de qué manera ahorran ustedes el dinero, y aunque nuestro café es ya barato de por sí, si van al este sitio especial de los Precios Bajos de Maxwell House, tenemos un cupón de un dólar esperándolos”.

Porque hay una diferencia crítica. Si uno es el “El Rey de la Promoción” uno define la interacción. La gente viene a hablarle y a estar cerca de Starbucks; a tomar para sí algo del efecto halo de una marca que consideran “súper” (o cool, guay, de onda o como se diga en cada lugar). Y aunque la marca les esté vendiendo sin parar, puede fingir que está teniendo una pequeña conversación divertida con ellos.

Pero si usted tiene una marca “de las otras” (por no llamarla común y corriente) tiene que encontrar una situación que encaje con sus fortalezas. Por lo tanto si su fortaleza es el precio, no le queda más que encontrar a la pandilla de los Adoradores del Precio y adaptarse a sus necesidades. Y lo tiene que hacer rotundamente, como un vendedor. Por la sencilla razón de que no puede fingir que está haciendo otra cosa que venderles.

Tome nota de que le dije que debe enviarlos a su página web y no a su grupo en Facebook. Porque los vendedores tienen páginas web, mientras que los amigos tienen grupos en Facebook. Y su grupo target tiene perfectamente clara la diferencia entre lo uno y lo otro. Si usted hace eso, puede ser que empiece a gustarles justamente por eso, y puede ser que le dejen estar con ellos con mayor frecuencia y quizás —solo quizás—  puede ser que empiecen a hablar. No a usted —fíjese bien— si no de usted. Lo cual es muchísimo más valioso (y efectivo desde el punto de vista de los costos) que ponerse a hablar con ellos de su último comercial de TV de $5 millones

Ahí está claramente, el valor de los medios sociales.

Los medios sociales

Los medios sociales

Llegamos con este Post al final de la serie Your Brand Is Not My Friend™ . En el siguiente, haré una recapitulación de lo expuesto en estos capítulos, explicaré por qué me ha parecido importante esta serie  y pondré además, el slideshare de una conferencia que Wolk sustentó en Minneapolis dentro del marco de un programa que titularon «Conversations About The Future of Advertising» que realmente escenifica muy bien el pensamiento del autor sobre este tema.

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(1)Hablamos de Alan Wolk, su blog The Toad Stool y de su frase famosa “Your brand is not my friend”, en Twitter como medio publicitario: una encuesta reveladora y una propuesta y en los dos posts mencionados en el primer párrafo.

Alan Wolk se define a sí mismo como una de las nuevas voces del lado creativo del negocio publicitario que ha establecido un espacio distinto para su consultoría por su sentido común frente a la estrategia que combina con la práctica directa en funciones de director creativo.

Es un importante especialista en todo el entorno online, frecuentemente citado, y su blog enlazado, ha sido seleccionado por el exclusivo sitio de Guy Kawasaki, Alltop, en torno a blogs excepcionales, aparece en el número 15 de la lista los “42 blogs” del Top Rank Marketing Blog y además publica artículos con frecuencia en Marketing Profs (mas conocida como MPDailyFix), un blog enfocado en los consultores de marketing y en el consorcio norteamericano de publicaciones Newstext.

Su serie de artículos más renombrada (que es justamente la que hemos tratado en tres posts), escrita en el 2007, ha sido publicada, por ejemplo, en Adweek y su editor, Brian Morrissey ha calificado a su blog, The Toad Stool, “como uno de los más leídos de la industria”. La serie “Your brand is not my friend” tiene que ver con las falsas presunciones, suposiciones o conjeturas que expresan, a veces con no poco desparpajo, soberbia y ligereza, algunos especialistas en marketing sea del lado del cliente o del lado de las agencias, en torno a la explotación comercial de  la Web 2.0. La escribió en el 2007 pero no solamente no ha perdido vigencia sino que ha cobrado realismo porque varias de las cosas que el autor anticipó que sucederían … han sucedido.

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agosto 24, 2009 Posted by | Buzzing, Marketing y Globalidad, Medios sociales, Publicidad, Redes Sociales | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 1 comentario

La Web 2.0 sin laberintos ni idioma geek (1). A la manera de Alan Wolk.

Seguimos con la serie de artículos publicados por Alan Wolk(2) con el título “Your brand is not your friend”, iniciados, en el post anterior, con El entorno de los medios sociales según Alan Wolk.

Teatro,  TV, DVR, YouTube, virales

En la segunda y tercera partes de su serie, Wolk habla de la Web 2.0 y dispara sin preámbulos una frase que creo fundamental: “Aún si la Web 2.0 tiene un valor limitado, la gente de marketing que la ignore lo hará bajo su propio riesgo. Porque realmente lo único fundamental es que deben ser conscientes de sus limitaciones” Y sigue: “En primer lugar, no va a reemplazar a la televisión por la misma razón que el teatro ha sobrevivido miles de años” y usa una expresión de John Gardner en su libro “On becoming a novelist” para explicar la maravillosa sensación que se recibe con “el sueño vívido y continuo” que cada cultura sobre la tierra ha creado, de sentarse a dejar que alguien le cuente a uno una historia, agregando que la televisión es la última encarnación del teatro: solo que permite ver un espectáculo sin moverse de casa. De la misma manera que la videograbadora y otros aparatos permiten, además, verlo cuando se quiere y no a una hora determinada. Asegura que la televisión seguirá transformándose como lo ha ido haciendo desde el televisor en blanco y negro, antena de conejo y botón selector de canales que eran, probablemente, solo dos o tres. Pero seguirá siendo televisión aunque se vea por Internet en el propio computador. O se reciba por algún sistema universal “a pedido”. Y será pasiva más que interactiva, porque la mayor parte de la gente no quiere comprarse el reloj que usa el héroe que está en pantalla o chatear online con los otros 20 millones de personas que están viendo el programa, entre otras cosas, porque la gente suele ver la televisión acompañada.

Por otro lado YouTube tampoco reemplaza a la televisión: es algo que la gente ve además de la televisión. Y no hay tantas cosas que ver en YouTube, que valgan la pena.

Interesante: prácticamente todo esto, escrito hace dos años, lo ha confirmado Nielsen hace pocas semanas y lo he consignado en Los jóvenes, la televisión e internet: una sorpresa.

Alan Wolk cree que hay una tremenda falta de calidad en la Web 2.0, en comparación con los medios tradicionales (de los que se nutren la mayor parte de los que hacen un blog — los bloggers—, por cierto) y que hay poca gente que quiera crear contenidos, sea esto en respuesta o reacción a algo que leyeron o a un video divertido en YouTube. Es más, incluso dentro de esa ya raleada categoría de “creadores de contenidos” hay muy pocos que realmente puedan crear contenidos convincentes y persuasivos, es decir cosas que la gente quiera ver o leer. Por ejemplo, un blog corporativo escrito con mediocridad es incluso peor que no tener uno. Y a menos que la empresa se pueda pagar un redactor con talento, las probabilidades de que sirva para algo, juegan en contra.

La falta de calidad es también el gran problema de la baja circulación de lo que se pretende que sea marketing viral, según Wolk, porque por falta de ella, la gente no circula los videos destinados a ser virales (y solo circular los hace virales) si no son ingeniosos, divertidos o relevantes como para que merezca la pena pasárselo a otras personas. Llamarlo viral no lo convierte en viral, es viral cuando la gente lo decide así.

Periodismo, información en la blogosfera

El siguiente tema que toca Wolk, es el de la popularidad de la “blogosfera”. La razón, dice, responde a la autenticidad de los autores que, por definición, escriben para sí mismos, o bien dan su propia versión de los hechos, frente a la manipulación de los medios de comunicación masivos, por todo el mundo. Desde sus dueños hasta sus equipos de RR PP (sin dejar de lado a los partidos políticos o a las propias organizaciones terroristas. Frente a noticias manipuladas, sometidas a los parámetros muchas veces rigurosos de las direcciones, hay una enorme legión de periodistas aficionados que con una laptop y una cámara digital cubren muchísimos eventos a una velocidad muy superior a la del periodismo profesional. Probablemente las noticias que mas repercusión han tenido en las semanas pasadas son las que tienen que ver con las elecciones en Iran y las protestas del pueblo en las calles. Su presencia en Twitter #iranelection, mezcla de periodismo y de flashmobs de los que hablé cuando el blog no existía aún y un correo llevaba noticias y comentarios a mis amigos, alumnos y clientes, comentando el libro de Clay Shirky «Here Comes Everybody«. De él y de su autor, encontrarán muchísima información en la red y en la página que Shirky creó cuando lo lanzó. Pongo al pie(3) un extracto del mail, en lo relacionado con ejemplos de flashmobs, sobre todo políticos.

La importancia de Twitter en este caso fue capital: el 13 de Junio cuando el gobierno iraní suprimió la escalada de protestas tanto en las calles como online, Twitter literalmente estalló en twits o mensajes de hasta 140 palabras, denunciando los hechos tanto en inglés como en farsi. El movimiento lo recogieron muchos medios (ver, por ejemplo, un artículo de Time), y el propio gobierno norteamericano le puso de manifiesto a los directivos de Twitter, que esa red social era una importante forma de comunicación en Iran, sugiriéndoles no hacer la actualización del sistema en la madrugada del martes 16 de junio como estaba programado, porque cortaría el servicio en horas de la mañana a los iraníes. La actualización se hizo, finalmente, el miércoles a las 17 horas EDT; es decir las 2100 GMt: o sea a la una de la mañana hora de Irán.)

Pero no sobredimensionemos la envergadura del evento. Aunque Twitter pueda ser estupendo para traer noticias que algún gobierno haya censurado —y además a mucha velocidad— la noticia completa, con varias fuentes y comentarios bien organizados, aún, se ve mejor en la televisión. Quizás solo sean hábitos pero subsisten hasta en los adolescentes (ver Los jóvenes, la televisión e internet: una sorpresa.)

Publicidad en blogs

Wolk toca entonces el tema de la industria de la publicidad y sus blogs y dice que el sector está lleno de comunicados de prensa regurgitados y de ejecutivos asustados echándose flores mutuamente y alabando sus trabajos. Cita a Stuart Elliott, columnista de publicidad del New York Times —y dice que trata de cubrir “las tendencias mas grandes” para “el público en general”— con George Parker, un inglés retirado y malhablado que fue redactor en varias agencias y dice las cosas sin pelos en la lengua en su blog Adscam (lo leo diariamente y rara vez me impresiona no solamente por su ordinariez y chabacanería, sino por su obsesión para hablar mal, y de forma soez, de ciertos personajes de la profesión y de ciertas agencias. También leo todas las semanas a Elliot y no concuerdo con Wolk: simplemente hace otro tipo de periodismo. No es incisivo ni va a la médula: presenta novedades y comenta la actualidad con un estilo muy “gran periódico”, muy tradicional. Y eso no es necesariamente malo. Es,  simplemente otro tipo de periodismo y cada uno debe tener su espacio).

Habla Wolk de los intentos de los anunciantes de hacer publicidad en ciertos blogs de opinión y cuenta entonces la historia de Joseph Jaffe y su JaffeJuice que con un grupo de otros bloggers (algunos de los cuales jamás habían mostrado interés en la fotografía) recibieron en calidad de préstamo, cámaras Nikkon gratis a cambio de tomar fotos con ellas y publicarlas en su blog haciendo mención de la marca y modelo. Por el equivalente a $700, que es el valor de la cámara, destruyeron, dice Wolk, buena parte de la credibilidad que tenían. Wolk incluso le echa en cara a Jaffe haber publicado con celeridad, una foto de su bebé recién nacido “tomada con su Nikon D80”, haciendo de un acto puro, un vulgar acto comercial. (Desde entonces Jaffe ha entrado en muchos otros auspicios y defiende con frecuencia su posición. Le ha buscado incluso un nombre «blogger/influencer outreach» (algo así como “extensión del blogger/influyente”) frente a «sponsored conversation» o “conversación auspiciada” que es como le puso Forrester Research al clasificar la actividad).

Un caso parecido es el de Microsoft que le pagó a una serie de dueños de blogs por usar ciertas palabras o expresiones supuestamente propias, en algún sitio de Microsoft y asociar en él las palabras o la expresión, a sus nombres. Levantó mucha polvareda: The Buzz Machine un blog importante en el mundo de la tecnología de punta, dijo que a los involucrados “les habían comprado la voz”  y Adrants, un blog de noticias y chismes, registró que la blogosfera estaba en armas contra Microsoft.

En una posición principista —y en mi opinión extremadamente escrupulosa— Wolk llama a las marcas “intrusos” que vienen a interrumpir una conversación entre amigos “y cuando estoy hablando con mis amigos no quiero hablarle a su marca. Quizás quiera hablar de su marca pero no con ella porque su marca, no es mi amiga”. Suscribe y lo declara así, la posición de su amiga Christina Kerley que en su blog C K afirma que aunque entiende que la publicidad sea válida en los blogs, ella no la aceptará jamás, y, enlazando el post de The Buzz Machine, declara que en la blogosfera, es imprescindible actuar con independencia, objetividad, y confiabilidad (es decir, inspirarla) y a eso lo llama C K sencillamente autenticidad. Wolk, a su vez, llama terreno resbaladizo a cualquier alternativa de auspicio a través de un blog, porque una vez tomado ese camino, así sea una sola vez, el beneficio de la duda quedará permanentemente en el aire para los lectores. (En mi opinión, quizás repetir los estribillos del cliente sin ningún tipo de valor agregado personal, por dinero, haga perder la autenticidad, sin remisión, a un autor. Pero probar un equipo o un software y dar una opinión imparcial no es distinto de lo que hace, por ejemplo, David Pogue en el New York Times o Walt Mossberg y Katherine Boehret en el Wall Street Journal. Y reciben una remuneración por hacerlo y seguramente que ningún fabricante le pide que devuelva el equipo o el software que le dio a probar. Claro que en el caso de los periodistas profesionales, el fabricante no paga directamente sus servicios y en el de los bloggers, si. En cualquier caso, el blog perderá audiencia o no la perderá si su autor toma auspicios. Y si la pierde “en el pecado le irá la penitencia” puesto que al reducir su audiencia decrecerá el interés de sus auspiciadores. Sobre este tema estoy más cerca de la posición de Josh Bernoff de Forrester Research, que de la de Wolk ).

El blog de un CEO: el de Tony Hsieh de Zappos

El Blog del CEO

Termina Alan Wolk hablando de los CEO y de sus blogs. Tener un blog es algo que está de moda en las altas esferas empresariales y es deseado, seguramente por vanidad, por los dirigentes de primer nivel, que encontrarán la forma de dejarle caer la noticia a sus amigos “¿Sabes que tengo un blog?” pero, según Wolk, “el blog del presidente”, no tiene futuro porque lo normal es que, con opiniones nunca comprometedoras además de totalmente neutras, el blog termine siendo una versión en capítulos del Reporte Anual de la empresa (a diferencia de casos excepcionales como el de Tony Hsieh de Zappos, que además de un blog que comparte con el  COO y CFO de la empresa, Alfred Lin usa Twitter con asiduidad como parte de la política de transparencia de la empresa). Recomienda a cambio del Blog, un documento de FAQ (Frequent Asked Questions) o Preguntas Más Frecuentes. Nada sexy y de perfil bajo pero siempre desde el punto de vista del cliente, con respuestas colocadas de manera que tengan sentido para el cliente, no para la empresa. Son las preguntas las que definen el documento y no las respuestas: silenciosamente y contestando lo que el cliente quiere oír y no lo que la empresa quiere decir. Y eso, de hecho, amigos míos, es una conversación, dice Wolk. Frase de cierre estupenda que le quita toda la confusión a un concepto que es simple pero que con frecuencia se enreda, solo para hacerlo parecer mas sofisticado y complejo. Y seguramente para poder cobrar la asesoría necesaria para desenredarlo y aplicarlo.

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(1)Geek (del inglés geek, pronunciado «guik» IPA /gik/) es un término que se utiliza para referirse a la persona fascinada por la tecnología y la informática. Se trata de un estilo de vida y una forma de ser. Aunque no suelen denominarse hackers o gurús, son en forma y fondo similares, con una afición concreta por algo poco habitual, hace referencia a llamar peyorativamente a lo extraño.

El término «geek» en español está relacionado sólo con la tecnología, a diferencia del uso del término geek en inglés, que tiene un significado más amplio y equivalente al término español friki. (Fuente Wikipedia)

(2)Hablamos de Alan Wolk, su blog The Toad Stool y de su frase famosa “Your brand is not my friend”, en Twitter como medio publicitario: una encuesta reveladora y una propuesta.

Alan Wolk se define a sí mismo como una de las nuevas voces del lado creativo del negocio publicitario que ha establecido un espacio distinto para su consultoría por su sentido común frente a la estrategia que combina con la práctica directa en funciones de director creativo.

Es un importante especialista en todo el entorno online, frecuentemente citado, y su blog enlazado, ha sido seleccionado por el exclusivo sitio de Guy Kawasaki en torno a blogs excepcionales, Alltop, aparece en el número 15 de la los “42 blogs” del Top Rank Marketing Blog y además publica artículos con frecuencia en Marketing Profs (mas conocida como MPDailyFix) un blog enfocado en los consultores de marketing y en el consorcio norteamericano de publicaciones Newstex.

Su serie de artículos mas renombrada (que es justamente la que vamos a tratar en dos o tres posts), escrita en el 2007, ha sido publicada, por ejemplo, en Adweek y su editor, Brian Morrissey ha calificado a su blog, The Toad Stool, “como uno de los más leídos de la industria”. La serie “Your brand is not my friend” tiene que ver con las falsas presunciones, suposiciones o conjeturas que expresan, a veces con no poco desparpajo, soberbia y ligereza, algunos especialistas en marketing sea del lado del cliente o del lado de las agencias, en torno a la explotación comercial de  la Web 2.0. La escribió en el 2007 pero no solamente no ha perdido vigencia sino que ha cobrado realismo porque varias de las cosas que el autor anticipó que sucederían … han sucedido.

Cientos de personas acudieron por ímpetu a un flashmob en la estación de la calle Liverpool de Londres y cantaron Bad como tributo al rey del Pop Michael Jackson.Lo mismo sucedió en Paris, Estocolmo, Montreal, Seatle, Tokyo, Hong Kong…

(3) Extracto del mail mencionado, a modo de ilustración de lo que es un flashmob:

Flashmob, traducido literalmente de inglés como «multitud instantánea» (flash -destello, ráfaga, mob – multitud) una acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente. Suelen convocarse a través de los medios telemáticos (móviles e Internet) y en la mayor parte de los casos, no tienen ningún fin más que el entretenimiento, pero pueden convocarse también con fines políticos.

En Bielorrusia están prohibidas las reuniones de un cierto número de personas, un grupo de jóvenes se puso de acuerdo por Internet y usando sus teléfonos celulares, para ir a la plaza principal simplemente comiendo helados. Cuando empezaron a ser arrestados «por comer helados», como una forma de protestar que se ha denominado flashmobs (1) sacaron cámaras fotográficas y registraron y subieron a la red la incongruente actitud de las fuerzas policiales con gente que lo único que hacía era «comer helados». En el siguiente flashmob lo que hicieron fue sonreír sin parar mientras caminaban por la plaza.

El fenómeno de los flashmobs comenzó con la publicación en octubre de 2002 del libro del sociólogo Howard Rheingold, «Smart Mobs: The Next Social Revolution«. En este libro el autor predecía que la gente usará las nuevas tecnologías de comunicación (Internet, teléfonos móviles) para autoorganización. En junio de 2003 Rob Zazueta de San Francisco, después de haber leído las obras de Rheingold, creó la página web http://flocksmart.com/ en la que por primera vez los mobbers empezaron a planear sus reuniones

La serie de televisión Jericho se canceló al terminar el capítulo 22 de la primera temporada. En vez de enviar mails a la CBS (ya se sabe que la lluvia de mails es poco útil tanto en las productoras de televisión como en los estamentos políticos)  los fans de la misma decidieron enviar maní (peanuts en inglés) ya que al final de ese último capítulo uno de los personajes pronuncia  la expresión «Nuts» («Nueces», traducido en el doblaje al español como «¡Y un huevo!») en respuesta a la sugerencia de rendición hecha por el alcalde de la ciudad donde se lleva a cabo la serie. (Hace, por cierto referencia a la respuesta del general americano de la Segunda Guerra Mundial Anthony McAuliffe cuando fue invitado a rendirse en la Batalla de Bastogne).

Con más de veinte toneladas de maní en sus almacenes CBS dio respuesta a los fans asegurando que grabaría siete capítulos más y volverían a analizar si el rating aconsejaba seguir con más temporadas de la serie.

El libro de Clay Shirky

El libro de Clay Shirky: Here Comes Everybody

Finalmente está la historia de un grupo que empezó a poner stickers protestando por la preeminencia de la Mafia en Palermo, Italia y después han abierto una página web en la que los negocios pueden declararse de acuerdo con no pagar «protección» a la Mafia. si esto se hubiese hecho de manera individual la Mafia hubiese respondido.

Un caso que no contempla Shirky es el de la primera elección de José Luis Rodríguez Zapatero en España

La noche del 13 de marzo de 2004 víspera de las elecciones presidenciales en España ha sido bautizada como «la noche de los mensajes cortos». Cientos de personas, sin un mismo convocante que las uniera, coincidieron protestando frente a la sede del Partido Popular.

Detrás de estos acontecimientos no hubo ningún partido o plataforma política, no hubo ningún sindicato; ni siquiera algún periodista de los medios de la oposición -como sugirió un periódico- sino un ciudadano que convocó a un pequeño grupo de amigos allí y se encontró con 4.000 personas exigiendo la verdad a sus gobernantes sobre el atentado de los trenes en la estación de Atocha.

El mensaje, que desencadenó la concentración, se expandió primero por teléfono celular y finalmente invadió los foros de internet: «¿Aznar de rositas? ¿Lo llaman jornada de reflexión y Urdaci trabajando? Hoy 13M, a las 18h. Sede PP, C/ Génova 13. Sin partidos. Silencio por la verdad. ¡Pásalo!».

La casualidad quiso que esa noche frente a la sede del PP, preparadas para informar de la jornada electoral -que tendría lugar 24 horas más tarde- se encontraran diversas emisoras de televisión del mundo que tenían las antenas parabólicas desplegadas… sólo tuvieron que conectar en directo.

Muchos piensan que allí se jugó el resultado final de la elección que dio por ganador al PSOE y presidente del gobierno español a su candidato José Luis Rodríguez Zapatero

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agosto 19, 2009 Posted by | Branding, Buzzing, Marketing y Globalidad, Medios sociales, Publicidad | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 1 comentario

El entorno de los medios sociales según Alan Wolk


Alan Wolk

Alan Wolk

Hablamos de Alan Wolk, su blog The Toad Stool y de su frase famosa “Your brand is not my friend”, al final del post «Twitter como medio publicitario: una encuesta reveladora y una propuesta«. Hoy comentaremos el primer artículo de la serie que lleva ese nombre «Su marca, no es mi amiga» donde Alan, establece el entorno de los medios sociales en la Web 2.0

Alan Wolk se define a sí mismo como una de las nuevas voces del lado creativo del negocio publicitario, que ha establecido un espacio distinto para su consultoría por su sentido común frente a la estrategia que combina con la práctica directa en funciones de director creativo.

Es un importante especialista en todo el entorno online, es frecuentemente citado y su blog enlazado, ha sido seleccionado por el exclusivo sitio de Guy Kawasaki de blogs excepcionales, Alltop, aparece en el número 15 de la los “42 blogs” del Top Rank Marketing Blog y además publica artículos con frecuencia en el blog de Marketing Profs (mas conocido como MPDailyFix) que está enfocado en los consultores de marketing y en el consorcio norteamericano de publicaciones Newstex.

Su serie de artículos mas renombrada (que es justamente la que vamos a tratar en dos o tres posts), ha sido publicada, por ejemplo, en Adweek y su editor, Brian Morrisey ha calificado a su blog, The Toad Stool, “como uno de los más leídos de la industria”. La serie “Your brand is not my friend” que vamos a comentar, tiene que ver con las falsas presunciones, suposiciones o conjeturas que expresan, a veces con no poco desparpajo, soberbia y ligereza, algunos especialistas en marketing sea del lado del cliente o del lado de las agencias, en torno a la explotación comercial de  la Web 2.0. La escribió en el 2007 pero no solamente no ha perdido vigencia sino que ha cobrado realismo porque varias de las cosas que el autor anticipó que sucederían … han sucedido. Sin embargo como no estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dice pondré mis comentarios (entre paréntesis y en itálica). (Tengo, por cierto, la ventaja de comentar a Wolk dos años después de escritos sus artículos y eso en términos de tiempo-web es mucho, tanto que Allan habla de Facebook como el medio social ascendente ¡pero es que el ahora omnipresente Twitter, ni siquiera existía!. Por cierto en la entrada del primer artículo Wolk ha puesto una nota «para los que llegarán a esta página usando Google» avisando de lo mismo que digo más arriba: que los conceptos  siendo válidos (y que creo que el tiempo, además, los ha revalorizado) y que lo anécdótico —como que Twitter no aparece porque aún no estaba en el juego— se puede tomar como una instantánea histórica y nada más. )

El título de la serie casi lo dice todo “Su marca, no es mi amiga” y engloba el razonamiento del autor que dice que cuando él tenía 27 años y era soltero y sin hijos, le interesaba saber qué habían hecho la noche anterior sus amigos del colegio y de la agencia, con quien se estaban acostando, que grupos musicales preferían y qué disparatadas fotos se habían tomado la víspera, pero que hoy en día casado y con hijos no tiene idea de muchas de esas cosas porque a duras penas le alcanza el tiempo para intercambiar, con los más íntimos, una llamada telefónica o un correo. Sin embargo, escuchando a los autonombrados gurús de la Web.2.0, uno queda convencido de que en unos pocos años cada norteamericano, cada cuidadano del mundo, tendrá su sitio en MySpace (recordemos que escribió los artículos hace dos años) y que la red social reemplazará a la televisión. Y que por cierto, cualquiera que lo ponga en duda es un luddite(1). Lo primero que olvidan estos seudo gurús es que el mundo no lo forman gente como ellos que son personas de 20 a 30 años de edad con estudios superiores en una universidad de nivel superior al promedio, provienen de la clase media alta (en los EE UU). Su trabajo de alta exigencia no les deja mucho tiempo para ir a pasar el rato y socializar con sus amigos, pero aún si lo tuvieran, su familia y amigos están diseminados por todos los EE UU o el mundo. Esto hace a MySpace y a Facebook y hasta a Second Life (recordemos, otra vez, que escribió el artículo hace dos años) perfecto para ellos, porque al no haber cerca de ellos amigos de carne y hueso con los que conectarse, lo pueden hacer con viejos amigos, online.

Dice que los otros acérrimos usuarios de estos sitios son los jóvenes. Que ve a sus sobrinos y sobrinas conectarse en grandes grupos, probablemente porque están metidos en todo tipo de cursos extracurriculares preparándose para ir a la universidad y tienen menos tiempo del usual para pasar tiempo con sus amigos. Además, vivir con sus padres les limita el tiempo disponible para hacerlo. Y en eso son parecidos a los seudo gurús.

La banda ciudadana: furor de los 70

La banda ciudadana: furor de los 70

A Alan Wolk los medios sociales le recuerdan el furor de la radio de banda ciudadana de mediados de los 70, en el que se creó un lenguaje completo y los jóvenes sobre todo, se pasaban muchísimo tiempo haciendo amigos a través de ella, pero casi tan rápido como se inició, se perdió el interés y la gente se cambió de actividad. De la misma manera  hace dos años y según lo registró Adpulp los geeks (2) verdaderos personajes en la cresta de la ola, empezaron a moverse hacia Facebook, entonces flamante medio social, tan pronto MySpace empezó a estar, en su percepción, repleto. Y de la misma manera, según Wolk, cuando el usuario frecuente se case, tenga hijos y se mude a los suburbios (recordemos que habla desde Nueva York) su cuenta en Facebook se quedará tirada en el camino (con dos años más de experiencia que cuando fue escrito el artículo, me permito disentir: los que se han quedado en MySpace que no son pocos como vimos en Twitter crece, pero no es gracias a los adolescentes, han encontrado un núcleo de personas con las que desean comunicarse y van a seguir haciéndolo aunque el numero probablemente siga disminuyendo en el tiempo por depuración y aunque la frecuencia de contacto y la vehemencia, no sean ni por asomo, parecidas a la de los primeros tiempos. Como en cualquier grupo en el que por diversas razones los participantes van aislando aquellos que en el tiempo, desarrollan características demasiado alejadas de lo que hace homogéneo al grupo. Algo que probablemente no existía claramente al principio y se desarrolló con el tiempo. Cierto es si bien que la frecuencia disminuirá por la falta de tiempo y sobre todo de interés en compartir viviencias y pensamientos —además de fotos— con los demás, ciertos lazos de amistad tomarán la fuerza de las viejas amistades, serán tan sólidos como aquellas y la gente se querrá comunicar con ellos con frecuencia. Viejo caminante de los chats originales y los tablones de comunicación: hablo desde mi propia experiencia. Unos quince años mas tarde tengo amigos personales hechos en la web, que no tienen menos valor que los que veo personalmente, con los que me comunico con frecuencia y cuya amistad me es extraordinariamente gratificante).

Una vez en familia, el lobo solitario se alejará de los medios sociales

Una vez en familia, los lobos solitarios se alejarán de los medios sociales, dice Alan Wolk.

Wolk piensa que cuando los jóvenes se asienten en una vida más estable y sosegada, abandonarán su cuenta de Facebook (sí, ¿porqué no?, pero se irán a una nueva con mejores prestaciones o se quedarán, aquerenciados, en esta con su núcleo de amigos más cercanos) y se dedicarán a vivir lo que llama, su vida local, «porque los amigos que realmente le importan viven en su misma ciudad» y se enterarán de la vida de los amigos de Facebook en Navidad, a través de tarjetas o de e-mails (yo intercambio frecuentes e-mails con un reducidísmo grupo de amigos, pero además charlo con ellos con menos frecuencia en cualquier Chat (msn, Skype, Google) que a veces decidimos convertir en una charla con audio. Las menos veces audio e imagen).

Wolk concluye el pensamiento diciendo que la mayor parte de la gente tiene una familia que se ofenderá si pasa mucho tiempo conectado online en casa, en vez de estar viendo con ellos American Idol (por otras informaciones —ver Los jóvenes, la televisión e internet: una sorpresa.— que establecen la cantidad de aparatos de TV por hogar en los EE UU, pienso que, si bien es cierto que jovenes y adultos ven los mismos programas con bastante frecuencia, no es extraño que cada uno los vea en su propio televisor.) También dice que la gente no escribe blogs (pero si miniblogs de 140 palabras, recordemos que no existía Twitter cuando escribió los artículos) porque a la mayor parte de la gente, sencillamente, no le gusta escribir ni para el caso leer, en especial cosas qe no son ficción escapista e incluso, dice el autor, que le parece que la mayor parte de la gente encuentra a quienes lo hacen un poco petulantes  y, que si les pidiesen calificarlos a probablemente le pondrían nota baja a la mayoría de los blogs.

Seguiremos analizando los artículos de la serie “Your brand is not my friend” en el siguiente post.

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(1)Luddite: miembro de los grupos laborales de Inglaterra en el siglo 19, que se opusieron a la revolución industrial destruyendo maquinarias que en su opinión les quitaba el sustento.

(2) Un geek (del inglés geek, pronunciado) es una persona con una gran fascinación por la tecnología y la informática. Se describe más como un estilo de vida y una forma de ser, aunque no suelen llamarse hackers o gurús, son en forma y conocimientos similares con una afición concreta por algo poco habitual.

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agosto 17, 2009 Posted by | Branding, Buzzing, Marketing y Globalidad, Medios sociales, Publicidad, Redes Sociales | , , , , , , , , , , , , , | 4 comentarios

Twitter crece, pero no es gracias a los adolescentes.

En Los jóvenes, la televisión e internet: una sorpresa. y citando un estudio de Nielsen decíamos: “El hecho es que los adolescentes son singulares pero no tan extravagantes y distantes como algunos pueden suponer. Ciertamente son digitales de nacimiento, súper comunicadores y multifuncionales, pero además también son mas televidentes, lectores de periódicos y oyentes de radio de lo que se asume”.

Ahora, citando otro estudio de Nielsen que aparece en su Blog, podemos decir que Twitter crece pero que los adolescentes no son, como se podría suponer, la principal causa de su crecimiento. Y lo respalda con un panel (NetRatings Panel) de 250,000 usuarios en EEUU.

Nadie duda y a muchos sorprende la expansión de Twitter que llegó en el primer semestre a alcanzar al 10.7% de todos los usuarios de Internet en los EE UU. Pero eso lo han logrado a pesar de que carecen de una amplia adopción por parte de niños, adolescentes y jóvenes adultos. Pruebas al canto: en junio solo el 16% de los usuarios de Twitter tenía menos de 25 años mientras que la población menor de 25 años es una cuarta parte de la total, o sea que Twitter está subutilizado por el mercado juvenil en 36%

A continuación, un cuadro con el crecimiento de Twitter por edades

Alguien podría decir que este cuadro solo representa la “puerta principal” de la página de Twitter y que hay otras tan importantes como Tweetdeck, pero sucede que la audiencia de esa alternativa de Twitter es, en un 90% de mayores de 25 y aún el alcance de Twitter.com es 6.6% en niños, adolescentes y jóvenes adultos, mientras que es el doble en mayores de 25: 12.1%.

Ya puestos, los de Nielsen echan mano del Nielsen BuzzMetrics para comparar la popularidad de las redes sociales más importantes: Twitter, Facebook y MySpace y determinar que el crecimiento de Twitter va aparejado con un significativo buzz. Twitter ha alcanzado los mismos niveles de buzz que Facebook a pesar de que el tamaño de éste último es 4 veces mayor, mientras que MySpace desarrolla un volumen muy estable, con ligera tendencia a la baja entre sus, seguramente, muy fieles usuarios . Está claro que los picos de crecimiento los logra Twitter con los comentarios que suscitan ciertas noticias que reavivan su funcionamiento, lo que está por contestarse es si ese interés en eventos específicos es suficiente para crear usuarios permanentes.

Lo grafica el siguiente cuadro:

Hablar de crecimiento explosivo de usuarios y de fidelidad nos lleva a un post anterior del Blog de Nielsen, en el que establecían que el crecimiento de éste tenía mucho que ver con ciertos personajes que empezaron a utilizarlo. Como Oprah Winfrey y Jon Stewart, pero que el problema estaba en que más del 60% de los usuarios no volvía al mes siguiente de haberse afiliado y que la retención de miembros, post Oprah (todo un acontecimiento en la vida de Twitter) había subido apenas a 40% frente el promedio de 12 meses pre Oprah que era de 30%. Para probar que el crecimiento podía estar muy comprometido diagramaron la tasa de retención para diferentes audiencias en Internet y el alcance que lograban y les dio que con una retención del 40% (ver gráfico mas abajo) se logra un 10% de crecimiento concluyendo que si bien una alta tasa de retención no asegura una audiencia masiva si es un prerrequisito, porque en caso contrario no hay suficiente cantidad de nuevos usuarios para reemplazar a los que van desertando.

Para probar su teoría de crecimiento Nielsen se apoya en otro gráfico construido con los porcentajes de retención de audiencia que lograron Facebook y MySpace cuando estaban empezando a emerger en la maraña de la red y por lo tanto capturando audiencia, y las compara con el mismo periodo de Twitter. Las tasas de retención de ambas son mas del doble de la de Twitter y cuando tuvieron su fase explosiva la retención no hizo más que subir y están en la actualidad en alrededor de 70% frente a un 30-40% de Twitter (ver figura siguiente) llevando a la gente de Nielsen a afirmar que el crecimiento de dicha red social está comprometido a menos que logre aumentar el nivel de lealtad en los usuarios.

Lo cierto es que es a pesar de lo claro de las cifras el artículo suscitó grandes críticas en la comunidad de los Twitters que le achacaban a los de Nielsen a haber estructurado su conclusión solamente en Twitter habiendo muchas otros websites con aplicaciones que desembocan en Twitter. Eso dio lugar a un mensaje de David Martin Vice President, Primary Research de Nielsen:

Nielsen repitió el trabajo incluyendo a mas de 30 websites y aplicaciones que alimentan a la comunidad Twitter, o son afines a ella entre ellas TweetDeck, TwitPic, Twitstat, Hootsuite, EasyTweets, Tumblr y muchas otras.

El resultado comprobó la conclusión anterior: un 60% de los que se afilian, abandonan el servicio después de un mes y la curva de retención de 12 meses tienen un perfil muy parecido a la que establecieron solo con Twitter.com

La conclusión es, por lo tanto la misma: serán necesarias más Oprah para que Twitter siga creciendo sin cesar hasta alcanzar los niveles de fidelidad que tienen Facebook y MySpace que son los que le dan estabilidad a una red social en Internet.

Algunos datos interesantes de las tres redes sociales mas importantes tomado del Blog de Nielsen a Junio 22. Fuentes Nielsen y The Wall Street Journal (solo un dato, el marcado WSJ):

  • La gente cada vez pasa más tiempo que nunca antes, en los medios sociales y blogs. Entre mayo 2008 y mayo 2009 los minutos totales se han incrementado en 82% y el tempo promedio por persona
  • Aunque Twitter no anuncia cuantos usuarios tiene, Twitter.com tuvo mas de 44.5 millones de visitantes en Junio de acuerdo con comScore.com. Un crecimiento monumental si se observa que en Junio del 2008 tenía 2.8 millones de visitantes (WSJ).
  • A pesar de todo el crecimiento de Twitter ha empezado a disminuir desde abril a solo 7%.
  • En mayo 09, con 144.3 millones de visitantes únicos, Facebook fue la red social de mas altos resultados del mundo. El 7º mes seguido en encabezar la estadística.
  • Mayo 2009 también marcó el 5º mes seguido en que Facebook ha sido la red mas visitada en los EE UU: 75.4 millones de visitantes únicos o 190% de crecimiento sobre el 2008.
  • MySpace continuó siendo en mayo la red social mejor ranqueada en términos de total de videos vistos con 116.1 millones de video streams.
  • El número de video streams entre Abril 2009 y Mayo 2009 ha pasado de 9.9 millones a 12.2 millones: un 22.9% de aumento.

Y para terminar, de un artículo de Ad Age «Revealed: Twitter Is a Tambourine? Plus, How to Save YouTube» recojo una definición del Dr. Michal Ann Strahilevitz, profesor de marketing en la Universidad Golden Gate, que al comparar CNN con Twitter y una supuesta guerra entre los medios tradicionales (representados por CNN) y la red social (Twitter) dice: “En el gran diagrama de las cosas, esta “guerra” no es ni siquiera un certamen importante. Solamente tenemos un nuevo juguete en la comunicación masiva mundial. Una especie de pandereta. Un instrumento lindo y divertido, pero de ninguna manera el final del piano.”

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agosto 13, 2009 Posted by | Buzzing, Marketing y Globalidad, Medios sociales | , , , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

Neuromarketing y Disney.

Walt Disney

Walt Disney

Neuromarketing y Disney no son palabras que uno espera encontrar juntas, sin embargo lo están en el nuevo complejo de investigación de la Walt Disney Company para su división Disney Media Networks (que incluye ESPN, Disney-ABC Televisión Group, Disney Channel, ABC Television Network, ABC Family, ABC Studios, Disney ABC Domestic Television, Radio Disney y Disney XD).

Disney Media Networks ha llevado a cabo, como otras empresas de televisión, investigación intensiva al consumidor relacionada con su programación, pero como en la actualidad al consumidor de TV lo provocan tanto la red como los DVR (o  video grabadoras digitales) y eso ha hecho decaer el negocio, están agregando a sus actividades la investigación de la publicidad que es un campo nuevo y muy solicitado por las marcas. Sobre esto y además con revelaciones sobre hallazgos de esta división hizo la empresa una presentación ante unos 200 anunciadores y ejecutivos de medios, en Nueva York, el 28 de Julio.

Lo que busca Disney Media Networks, más allá de cuantas veces pulsan los visitantes el botón de un aviso publicitario en las páginas que visitan, o qué tipo de publicidad atrae mas entradas, que son cosas sencillas de establecer en Internet, pretende esclarecer qué sucede con los millones que simplemente pasan sus ojos por la página. Creen —y están en lo cierto— que no se sabe casi nada de ellos ni en especial qué tipo de avisos publicitarios en qué configuración son los que tienen mejores oportunidades de atraerlos y mantenerlos en la página. También quieren descifrar las respuestas físicas y emocionales a la TV y otras formas de video utilizando métodos científicos porque como dice su Director Ejecutivo Duane Varan (que es también director del Interactive Television Research Institute de la Universidad Murdoch en Perth, Australia): “La televisión es una experiencia intrínsecamente emocional y sucede que fundamentalmente no podemos expresar qué es lo que impulsa nuestro comportamiento.”

Un computador sigue los movimientos faciales y de los ojos de un participante en un estudio en el Laboratorio de Disney en Austin Texas (Fuente: NYT)

Lo que está en juego, según el New York Times, es la suma cada vez mas grande de dinero que se invierte en publicidad en la red. De acuerdo con las cifras de eMarketer, una empresa dedicada a la investigación de mercado, estadísticas y análisis objetivo en Internet, los $25 billones de dólares se convertirán en $37 billones en el 2013.

La idea de Disney Media Networks es atraer clientes ofreciéndoles investigación seria sobre lo que funciona y lo que no funciona en los nuevos medios, dice Peter Seymour Vicepresidente Ejecutivo a cargo de Estrategia e Investigación en el Disney Media & Advertising Lab. Y también concentrarse en nuevas formas de publicidad en programas de la televisión actual contestándose preguntas tales como ¿los avisos que pasan antes de los clips de video (llamados prerolls) son más eficaces cuando van acompañados de un banner? ¿los avisos animados mantienen la atención de los espectadores mejor que los avisos con acción en vivo en aparatos portátiles? ¿Cuan bien funciona un logo o texto colocado en parte de la página web como biselado en un espejo y llamado watermark add o marca de agua (1)?, ¿influye en la intención de compra?. Y aún yendo más allá en el campo de la televisión, las técnicas de medición de TV conocidas, pueden calibrar lo que el televidente ve y cuenta pero no pueden medir lo que siente y piensa y esta es una de las incógnitas por despejar que tiene Seymour y el equipo de científicos a cargo de los proyectos que se iniciaron en diciembre del año pasado. Dieciséis de los proyectos está terminados y otros veinticinco están en diverso nivel de desarrollo y relacionados con la medición de si, por ejemplo, la colocación de un comercial dentro de un grupo si altera la eficacia, o de cómo son percibidos los avisos en las distintas plataformas de noticias de abc, o el impacto de pantallas partidas con avisos en una mitad y contenido (o programa en curso) en la otra, así como diversos tests para las promociones de la cadena, y de qué manera el uso simultáneo de la computadora y la TV influye en la atención/concentración del espectador.

Una participante en un estudio en el Disney Media & Advertising Lab. (Fuente: NYT)

El Laboratorio, que está instalado en Austin, mide tres tipos primarios de retroalimentación biológica: frecuencia cardiaca, conductividad de la piel (que es una medida de respuesta emocional) y movimiento de ojos para mantener un registro de qué lugar de la pantalla están, utilizando un sistema basado en su movimiento y también un sistema de cámara estereoscópica que construye modelos en 3-D de la cabeza del espectador, a fin de seguir dichos movimientos. Pero la idea es, según Duane Varan, no confiar en ninguna de las mediciones sino triangular todo tipo de información. La que pueda incluir data de los sistemas de registros de información conectados al televisor o set-top boxes (como los people meter que miden ratings o los decodificadores), los ratings de Nielsen, otros datos de estudios cooperativos o syndicated data, y hasta incluso técnicas más novedosas aún por ser comprobadas y confirmadas como la codificación facial, que mide la respuesta de los músculos de la cara al estímulo para determinar que hay participación emocional. Pero ningún software para medir los parámetros de la codificación facial es suficientemente preciso, aún y “mientras no sea convalidado, dice Varan, no lo consideramos ciencia sino magia”. Todo, con el objetivo final de descubrir “las nuevas leyes de la verdad” sobre el impacto de la publicidad en sus distintas alternativas, en las personas.

Algunas constataciones.

– Un estudio probó que hay un notable aumento de recordación publicitaria cuando se hizo un product placement en el programa de ABC Extreme Makeover: Home Edition (que es un reality show, ganador de un Emmy, donde un equipo de diseñadores reconstruyen la casa de gente necesitada en 7 dias, y se emite en castellano bajo el nombre Extreme makeover: Reconstrucción total, en la cadena de cable People & Arts).

Se le proyectó el mismo episodio a dos grupos incluyendo los mismos cortes con tres avisos de Sears de 30 segundos pero uno de los dos grupos vio la versión con un segmento de 15 segundos que incluía branding de Sears. Este último grupo registró 27% más de recordación no ayudada y 31% de incremento en intención de compra que el grupo que no vio esos 15 segundos de product placement.

– Otro estudio descubrió que la línea en la base de la pantalla con un mensaje fijo o con una noticia que avanza de izquierda a derecha no perjudica al comercial en sí —se mantiene la recordación de la marca— porque las personas solo pasan 12.6% del tiempo del mensaje mirando la línea, mientras que realmente ayuda a retener la atención de los espectadores fija en la pantalla (y por lo tanto en el comercial) en aquellos casos de comerciales que podrían no interesar a los espectadores.

– Una cosa que no funcionó fue el uso del tercio inferior de la pantalla para las promociones de abc. El estudio demostró que solo eran eficaces si les precedía un video de las mismas. Esta fue, por cierto, una constatación decepcionante para los ejecutivos del laboratorio. De la misma manera, se probó que las transparencias con publicidad que se superponen sobre el contenido, molestan a los espectadores.

Siguiendo la información en un monitor

Siguiendo la información en un monitor (Fuente: NYT)

La localización del Laboratorio en Austin, Texas, no es casual. Responde a que la ciudad provee un buen corte transversal de la población de los EE UU. Además, han agrupado un conjunto de 3,000 personas en el área que están estratificados estadísticamente con las necesidades de cada proyecto. El tamaño de las muestras varía de entre 64 y 300 participantes. El laboratorio en un horario de 12 horas, siete días por semana, puede hacer pruebas con 180 individuos diarios o 65,000 al año. El edificio tiene un letrero que dice “Media Panel”, que  pretende evitar que los participantes tomen ningún tipo de sesgo respecto a lo que van a hacer allí, y los estudios se hacen en 8 ambientes de investigación decorados como salas o bien como oficinas con pisos de madera, iluminación suave y mobiliario confortable, construidas alrededor de un puesto central de comando, donde los investigadores escudriñan a los participantes a través de monitores de video -20 cámaras por ambiente— y de cristales de espejo (un lado transparente y el otro espejo). Hay también un pequeño teatro que permite que una docena de personas participe en un experimento simultáneo. El staff del laboratorio usa batas negras  “porque si alguien te va a poner electrodos en la cabeza quieres tener confianza en que sabe lo que está haciendo” dice Varan.

Para cerrar la presentación a los anunciantes y agencias, aparecieron video clips con el Dr. Marvin Candle, el científico asiático que aparece en los videos y películas de orientación de la Dharma Initiative que los seguidores de Lost, reconocerán en el video que sigue, quien, con cara impasible, dijo que «el Laboratorio fue concebido en 1927 por el propio Walt Disney para ser construido en la luna».

Iniciativa Dharma

Para terminar me parece interesante consignar las declaraciones de Tracey Scheppach, Director de Innovaciones en Video del Grupo Starcom MediaVest, que describe el trabajo del Disney Media & Advertising Lab. como “totalmente incalculable” porque “… todo el mundo está tratando de concebir los modelos de publicidad del futuro, pero nadie lo está haciendo en esta escala”. Se refiere a las empresas que mencionamos en nuestro último post y sin duda también a otras cadenas como la CBS que abrió su propio laboratorio —Televisión City— en Las Vegas con el propósito de testear los programas piloto de las series y que recientemente ha ingresado a experimentar con los nuevos medios a través de una asociación con Neurofocus, monitoreando la actividad cerebral, en individuos que están viendo televisión y avisos publicitarios. Unas 70,000 personas participaron en algún test de la CBS en el 2008.

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(1) …que en papel se utiliza para evitar la falsificación de documentos, para mostrar la autenticidad del origen de algún papel o impreso, como adorno o como diferenciación entre diferentes fábricas de papel)

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agosto 10, 2009 Posted by | consumer insight, Investigación de mercados, Marketing y Globalidad, Neuromarketing, Publicidad | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

El cerebro funciona como Google para escoger marcas: la neurociencia al servicio del branding.

Hemos hablado mas de una vez de neuromarketing en este blog. Lo hicimos en Serpentinas y confeti (Noviembre 27, 2008) en el que hablamos sucintamente del libro de Martin Lindstrom “Buyology: Truth and Lies About What We Buy” estructurado en un estudio de neuromarketing que tomó 3 años y costó 7 millones de dólares y fue llevado a cabo por un equipo de investigadores, utilizando la neurotecnología más avanzada: la digitalización por resonancia magnetica funcional  functional magnetic resonance imaging (fMRI) y la electroencefalografía (EEG) en dos mil personas de cinco países, con el objetivo de evaluar la eficacia de las advertencias sanitarias, product placement y mensajes subliminales.

También analizamos otros documentos varias veces, cuando no existía este blog sino unos mails enviados a un grupo de “mercaderes”. He hecho un recuento porque sé que hay varios lectores interesados en el tema y algunos viejos amigos que quieren revisar el tema. Lo pongo al final de este post.

El doctor Tjaco Walvis(1) se hizo conocido por un trabajo sobre los focus groups que publicó en 2003 “Avoiding advertising research disaster: Advertising and the uncertainty principle”, del que se puede encontrar un abstract en la red, que advertía que la mayor parte de la investigación cualitativa se hace a través de focus groups y entrevistas en profundidad cara a cara. Y proponía algunas técnicas para asegurarse que la metodología es aplicada correctamente. Esto, para evitar, principalmente, desechar buena publicidad y validar mala publicidad(2).

El mismo autor ha publicado, a fines del año pasado, otro estudio llevado a cabo durante 18 meses a través del cual ha descubierto que el cerebro trabaja como Google: utiliza una serie de algoritmos, en un proceso inconsciente, para escoger la marca que mejor encaja con las necesidades emocionales y funcionales del individuo, en ese momento en particular. Dice el autor que ese proceso despertó su interés en la interacción entre el branding, la neurociencia y lo que llama la neuroeconomía.

También indica que las reglas de selección son consistentes y por lo tanto le permiten a los responsables de marketing establecer sus estrategias de marca de tal forma que los procesos inconscientes dentro del cerebro decidan lo que compramos de manera ayudada. Sin embargo, (supongo que porque el cerebro es muy perspicaz), eso mismo podría ayudar a los consumidores a entender como es que los responsables de la estrategia, están tratando de persuadirlos.

Lo más importante de todo lo que halló Walvis es que el algoritmo del cerebro, para escoger una marca, se basa en tres elementos:

(1)     el cerebro escoge la marca que ha aprendido que es la mas apta para satisfacer sus metas biológicas y culturales. Escogemos inconscientemente la marca que es excepcionalmente gratificante basándonos en sus asociaciones con nuestras metas y los centros de recompensa del cerebro (es decir el sistema de neurotransmisores de la dopamina)

(2)     el cerebro selecciona la marca que ha mostrado que es capaz de satisfacer esas metas, con mayor frecuencia, en el pasado. Las marcas con coherencia que repiten su promesa tienen, por lo tanto, mejores posibilidades de ser escogidas: Volvo, Coca Cola y Disney son ejemplos de marcas coherentes.

(3)     el cerebro escoge la marca con la que más intensamente ha interactuado en el pasado. Las sucesivas participaciones de la marca crea numerosas nuevas conexiones en nuestro cerebro, facilitando el proceso de recuperación de la misma. Nike Plus es un ejemplo de este concepto de sólida participación (los ejemplos los toma el autor del estudio)

Explica finalmente el Dr. Walvis que la metodología con la que ha llevado a cabo su estudio es distinta a la que se muestra en la mayor parte de los libros y estudios de neuromarketing y es, además, el primero en probar y aplicar sistemáticamente el nivel más fundamental de la neurociencia al branding. Examina los procesos a nivel de la célula en el cerebro del cliente cuando está decidiendo que marca prefiere. Ese camino científico es llamado “la ruta reduccionista” de la investigación en la neurociencia, lleva a insights completamente diferentes y demuestra lo que el estudio representa para la gente de marketing. Mientras que la otra metodología, llamada «la ruta holística», utiliza técnicas de escaneo del cerebro como el fMRI —resonancia magnetica funcional  (del inglés functional magnetic resonance imaging)— para investigar los temas de marketing. Por ejemplo el libro de Martin Lindström (del que hablo en el primer párrafo de este post) es el mejor ejemplo de esto.

El estudio «Three laws of branding: Neuroscientific foundations of effective brand building» está disponible en la red: el abstract, el estudio completo y el estudio en PDF.

El libro «Branding with Brains: The Science of Getting Customers to Choose Your Company» que publicará Financial Times Prentice Hall el 29 de octubre, aún está en proceso de edición pero se puede solicitar una comunicación a Amazon.com en esta dirección para que avisen cuando esté disponible.

Para los que quieran recordar lo que discutimos por mail en meses y años anteriores, sigue el recuento de esos correo.

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Recuento

Hace casi dos años el 8/10/07 en un mail titulado «Nuevos métodos de investigación en proceso de desarrollo» dijimos: Formas novedosas de medir la reacción de los televidentes a los programas, a los comerciales. Métodos neurológicos y biométricos para detectar a través de sensores una respuesta galvánica de la piel, midiendo además respiración, ritmo cardiaco, actividad física y la dilatación de la pupila y a través de ropa especial y comentábamos un artículo de Multichannels News  Cablers Brainstorm Innovative Research Tactics de Julio 23 de ese año y otro de ese mismo día (8/10/07) This Is Your Brain on Advertising aparecido en Business Week.

Una persona sometida a un test conectado a una máquina de EEG ( Fuente Ad Age)

En “La electroencefalografía cada vez más cerca de medir comerciales en varios parámetros” del 11/02/08 hablamos de dos artículos: Nielsen, NeuroFocus Allign To Develop High Tech Ad Monitoring del 7 del mismo mes, sobre la inversión estratégica realizada por Nielsen en la empresa especializada en la aplicación de la investigación de las ondas cerebrales en la publicidad, la programación y la mensajería Neurofocus de Berkeley, California. Pero sobre todo de The Super Bowl Spots That Got Inside Consumers Heads de Ad Age con fotos interesantísimas de un sujeto siendo sometido a un test mientras está conectado a un aparato de electroencefalografía (ver foto más arriba). Sands Research, una empresa de investigación hizo la prueba durante el Super Bowl XLII ( 2008) con veinte individuos a los que se les colocó un casco con electrodos conectados de forma inalámbrica al electroencefalógrafo. La prueba no puede aún calibrar la intención de compra pero sí una medida del vínculo que se crea con algunos comerciales y la relaciona con un nivel de recordación.

Dos scans muestran distinta actividad (fuente Ad Age)

El scan superior muestra la actividad durante la proyección de un comercial de Bud Light del Super Bowl XLII (2008). La segunda con menos sinapsis (lugar de encuentro de dos neuronas) cuando el mismo sujeto fue sometido a un aviso de la Oficina Nacional de Control de Drogas de los EE UU. Apareció en el artículo The Super Bowl Spots That Got Inside Consumers Heads de Ad Age.

Y en Neurociencia, biométrica, sensores a una respuesta galvánica de la piel analizamos un artículo del NYT del 31 de marzo del 2008: Is the Ad a Success? The Brain Waves Tell All en el que hablábamos a los parámetros de medición del título agregábamos movimiento de ojos, pulsaciones y otros y nos sorprendíamos de que  Frank Stagliano, vicepresidente ejecutivo del Nielsen Entertainment Television Group en NuevaYork dijese “En muchas formas estamos testeando la publicidad de la manera en que lo hacíamos hace 22 años en Procter & Gamble”. Y hablamos sobre EmSense Corporation el principal competidor de Neurofocus mencionada en un interesante artículo del Wall Street Journal del 14 de diciembre del 2007  Reading the Mind Of the Body Politic, con un subtítulo sugerente “El subconsciente es la nueva frontera en la política. Pero ¿es buena para la democracia?” que seguía a uno de Los Angeles Times del 10 de Febrero 2008 sobre el mismo tema, la política, con otro título provocativo: “Peeking inside voters’ minds” también sobre el subconsciente del elector y la manera de medir lo que lo motiva, lo que toca su sensibilidad.

Neurociencia (y neuromarketing) en busca de la conciencia

Nuevo fascinante reportaje de la TV pública (o de la ciencia y el conocimiento) alemana sobre cómo neurocientíficos siguen la huella caliente de la conciencia humana e intentan leer los pensamientos.

Mas centrado en el neuromarketing no-político está: “Mind Over Matter – New tools put brands in touch with feelings” del 18 de febrero del año pasado en Newsweek,  revelando que las dos empresas antes mencionadas y otras dos OTX Research e Innerscope habían desarrollado instrumentos de medición portátiles, menos intrusivos y más baratos para verificar tanto las ondas cerebrales como lo información biológica.

Para terminar con el recuento histórico de lo tratado con este grupo están las conferencias del Dr. Kyle Murray, Director de la Facultad de Comercio de la Universidad de Alberta, en Caligary (Canadá) sobre el tema del neuromarketing To Buy Or Not To Buy y A Peek Inside Your Mind? y una serie de trabajos del mismo profesional cuya relación sería muy extensiva para ponerla en este recuento, pero que, desde luego, puedo enviar a solicitud.

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(1) es socio de They, que debe ser una consultora en gerencia de marca (pero no lo he podido saber porque su presentación en la web, además de bastante tenebrosa dice poco sobre las actividades) con base en Ámsterdam y trabajó anteriormente en BBDO. Es master en economía y filosofía y da asesoría en creatividad para las marcas y temas estratégicos de comunicación incluyendo posicionamiento de la marca, extensiones, gerencia de portafolio y branding territorial (por ejemplo para países). Entre sus clientes está el Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, DaimlerChrysler, Dorito’s, Mars, McKinsey & Company, Robeco, Sanoma Publishers, Getronics, NPO (Dutch Public Broadcasting), Aegon, Insinger de Beaufort, UPC y Bacardi entre otros.

(2)     El estudio: “Avoiding advertising research disaster: Advertising and the uncertainty principle”, publicado en el Journal of Brand Management, Vol. 10, No. 6, pp. 403-409, propone tres caminos para asegurar que lo básico se hace bien y da algunas pautas para que los que compran investigación cualitativa puedan determinar si los investigadores que contratan las marcas, las aplican o no. Partiendo de una afirmación de Werner Heismberg llamada “el principio de la incertidumbre” de la física cuántica “lo que observamos no es natural por sí mismo, sino lo natural expuesto según nuestro método de interrogar”, por lo que el diseño de un focus group (la selección de los participantes, las preguntas formuladas, la forma como han sido construidas, el escenario, la persona que hace las preguntas o lleva la orientación, etc.) afecta las respuestas obtenidas de los encuestados. Por otro lado los investigadores no son observadores aislados sino participantes, siempre.

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agosto 7, 2009 Posted by | Marketing Político, Marketing y Globalidad, Neuromarketing, Publicidad | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 3 comentarios

Twitter como medio publicitario: una encuesta reveladora y una propuesta

La encuesta

En Medios sociales: separando las tendencias de los hypes. hablando sobre la evolución de los medios sociales y en particular sobre los dos más importantes en términos de asociados, en la actualidad, decía: “No terminará aquí. Seguirá su depuración, en dos o tres años —o antes— hablaremos de otra cosa, de otros medios, de los hijos de Facebook y Twitter. O de estos mismos muy transformados en otras cosas”.

Por otro nuevo estudio de Harris Interactive los consumidores, más que la gente de marketing y/o publicidad, parecen coincidir con esa afirmación: el 45% de los de mercadeo y publicidad creen que Twitter crecerá exponencialmente y dos tercios de los consumidores no saben o no opinan, mientras que solo el 12% de éstos creen que la gente joven y los medios lo seguirán usando. Y el 8% cree que ya Twitter “es tan digital como lo vaya a ser en el futuro”.

Por otro lado, los publicistas y gente de mercadeo no confían mucho en Twitter como plataforma publicitaria: solo el 8% dice que es eficaz para promover productos e ideas, la mitad dice que es “algo eficaz” y un tercio dice que no es eficaz.

Por su lado el 8% de los consumidores cree que es eficaz para promover ideas y productos y el 42% que es “algo eficaz”, mientras que el 31% de los consumidores cree que no es tan eficaz y el 19% que no es en absoluto eficaz para promover productos e ideas.

Aunque  cubría otros ángulos, como explico más abajo, esa es quizás la revelación más importante de esta encuesta porque no hace mas que confirmar que para los usuarios Twitter es algo más temporal que para los publicistas y directores de marketing preocupados de no saber como aprovechar bien un conglomerado de personas tan importante online. Y lo que ya es bastante claro: que en los medios sociales se puede hablar de productos, de marcas de manera absolutamente voluntaria, con mayor audiencia y repetición si se trata de prevenir a los demás contra algo y en muchísimo menor medida si se trata de recomendar una marca.  No es nada que sea misterioso.

Aunque no sea usuario/a de un medio social, simplemente pregúntese usted mismo/a cuantos correos ha recibido y reenviado de aquellos que prevenían contra antigripales conteniendo fenilpropanolamina, animales mutantes criados en frascos para hacer con ellos platos de los KFC o de McDonald’s, cáncer de mama producido por los desodorantes antisudorales o que la coca cola sirve para prácticamente cualquier cosa menos para beberla. Y pregúntese cuanta publicidad de la que recibe reenvía. O sencillamente ¿cuanta lee?.

O, para ser más claros descubrir en este propio blog los problemas en los que se han metido varias marcas sobre las que se ha hablado mucho y mal, principalmente en Tweeter

Motrin una tormenta en los medios sociales I y Motrin una tormenta en los medios sociales II

Las crisis online una amenaza permanente: Taco Bell, KFC, Domino’s, Facebook, Dunkin’ Donuts, Motrin, Amazon.com, Starbucks… y otros. y lo difícil que es encontrar una sola sobre la que se hable bien. Yo solo encuentro esta, refiriendo anécdotas sobre el deslumbrante servicio al cliente que proporciona Zappos:  Zappo’s: la productividad y otra manera de tener éxito.

Una más: en Medios sociales: separando las tendencias de los hypes. hablamos del nuevo libro de Pete Blackshaw “Satisfied Customers Tell Three Friends, Angry Customers Tell 3,000”  cuyo título es de lo más gráfico por cada cliente satisfecho que se lo cuenta a tres amigos hay uno contrariado que se lo cuenta a 3,000.

Twitter 101

Twitter 101 (o el Twitter para las agencias y los clientes)

Es un lanzamiento muy reciente con su sitio especial Twitter 101 y la presentación del propio Biz Stone, cofundador de Twitter en su blog (Enhancing Value for Customers and Businesses) explicando que se trata de una respuesta a las empresas que han venido solicitado utilizar la plataforma para enlazar mejor con sus clientes. Hay además un diaporama que explica lo que es Twitter, como suscribirse al medio social y en el proceso invita a hacer una búsqueda antes de entrar en la explicación de casos en los que las empresas están utilizando con éxito a Twitter. Las secciones de la presentación:

What is Twitter: para quienes no saben nada de Twitter

Getting Started: cómo registrarse

Learning the Lingo: cómo operar, las palabras clave que identifican acciones

Best Practices: consejos para el manejo corporativo de una o varias cuentas en la empresa

Case Studies: lo más interesante, casos prácticos de empresas: Dell Outlet, Jet Blue, Teusner Wines, Current, Tasti D-lite, CoffeeGroundz, Etsi, Naked Pizza, American Apparel, Pepsi. Lo discutiremos mas abajo.

Other Resources: Libros, artículos, páginas web y blogs sobre Twitter en general y sobre su uso en negocios.

De los casos tomaré los que considero más importantes por la envergadura de sus empresas: Dell Outlet, Jet Blue y Pepsi.

DellOutlet

@DellOutlet: maneja equipos reacondicionados y otros saldos de los que hay que disponer con velocidad. Para anunciar los equipos disponibles usa una combinación de email, buscadores (en el sistema de search-engine optimization y paid search results) y affiliate marketing y descubrieron en Twitter una manera de hacer llegar sus ofertas a un grupo grande de personas. Lo más sorprendente para ellos fue descubrir que había gente que quería conversar con la empresa, hacer preguntas y compartir experiencias buenas o malas. Por lo tanto la empresa ha empezado a interactuar con sus clientes para mejorar la percepción sobre la marca. Además mantiene las ofertas (que son exclusivas para Twitter) aunque las limitan a unas cuantas por semana para no caer en spam y tienen webs de seguimiento para calibrar lo que encuentran mas atractivo sus “seguidores” en Twitter.

Los resultados puramente de ventas no son enormes pero ahí están unos $3 millones atribuibles a los posts en Twitter. Cuánto es eso del negocio de la división de ofertas de productos de urgente salida no lo sé. Pero no es mucho de los $61,000 millones que factura al año Dell.

JetBlue

@JetBlue: tiene la reputación de ser una de las empresas que mejor usa Twitter para desarrollar el servicio al cliente. Tiene casi un millón de “seguidores” (cosa notable y que distingue en los medios sociales). Empezaron usando el buscador de Twitter para descubrir, sorprendidos que sus clientes hablaban con frecuencia de sus problemas de viaje, así que abrieron una cuenta y procedieron progresivamente para adaptarse al sistema. Dicen que las charlas tipo Chat y la asistencia a clientes crearon inmediatamente muchas respuestas y gran cantidad de nuevos seguidores, mientras que los comunicados de prensa eran recibidos con un gran silencio. De la misma manera cuando presentaron las nuevas rutas hubo otro gran silencio. Entonces se les ocurrió preguntar qué querían de la cuenta y la respuesta fue clarísima: ¡que nos pregunten! y llegaron a decir que la empresa los podía tratar como un recurso para que JetBlue mejorase sus productos. Tienen ahora además personal autorizado (6 personas) para colocar posts en Twitter y personal identificado para contestar preguntas, y cuando hay cambios que pueden generar muchas preguntas hay personal idóneo adicional para contestar la avalancha de preguntas. Su siguiente paso será ir a 24/7.

Aunque no lo mencionan específicamente, en su cuenta hay una adicional para ofertas a precio reducido @JetBlueCheeps

Pepsi

@Pepsi: usan Twitter como una alternativa más rápida que su número de discado gratuito para consultas y quejas a la empresa. Les sirve además para estimar cómo se sienten los consumidores, y dicen que hay una gran diferencia entre los que se conectan con la empresa por Twitter y los que lo hacen por teléfono que además de tener una opinión sobre los productos la tienen sobre las promociones. Están aprendiéndolo a usar como fuente de información rápida incluso para investigaciones. Y son muy rápidos para contestar reclamos: empiezan por una respuesta abierta al público en el mismo Twitter y si la persona aún está negativa, pasan al DM (que es un mensaje directo y privado dentro del sistema) y si persiste, al contacto por e-mail o incluso a través de una llamada telefónica si se hace necesario. Un equipo interno, mientras tanto, soluciona los problemas que pudiera haber.                                                                                           

Trabajan con dos agencias para los asuntos online: una maneja el día a día de los mensajes y la otra prepara el calendario de promociones digitales con tres meses de anticipación. Ese calendario que incluye una guía de tono de voz y de cómo contestar cierto tipo de comentarios consigue una presencia consistente en la red y por cierto en la cuenta Twitter.

En resumen: una buena herramienta para iniciar y mantener conversaciones con los consumidores y una herramienta aceptable para cierto tipo de investigación (con el inconveniente de no poder estratificar adecuadamente la muestra). Y sin duda un camino abierto para usar la creatividad y encontrar usos ad-hoc para cada marca en su entorno. Pero maticemos.

Desde que me topé con Zappos y con su definición de misión “Somos una empresa de servicio que resulta que se dedica a vender zapatos” si antes era un convencido de la importancia del servicio al cliente, en esta época de competencia feroz creo que el servicio extraordinario, generoso y WOW! (como lo simplifica Zappos) es una tarea capital. También sé que eso pasa por una sistema abierto y transparente de comunicación con el cliente (para el que Zappos utiliza sobre todo el teléfono, por cierto), pero creo que hay que ser muy cuidadoso al abrir el abanico de la comunicación.

Está claro que para JetBlue es un estupendo sistema de comunicación de ida y vuelta con sus clientes y en particular con los que están en el proceso de organizar un viaje o realizándolo, pero me pregunto la utilidad de tener una cantidad de personas contestando por ejemplo, por Coca Cola o en Coca Cola, sobre cada uno de los bulos que se le han inventado, aunque sin embargo, encuentro importantísimo aclararle al consumidor si el Ciclamato de Sodio que contiene Coca Cola Zero es cancerígeno o no, y las razones por las que está entre los ingredientes en la fórmula de unos países y no en otros.

Lo dicho: una herramienta importante para la comunicación, no para la venta (por lo menos por ahora) y debe analizarse cómo usarla con cada marca en su ámbito.

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La información sobre el valor de Twitter como medio publicitario de la primera parte, viene de una encuesta realizada por Harris Interactive y LinkedIn Research Network entre 1,015 responsables de marketing (de las empresas fabricantes o publicitarias pero encargados del proceso de toma de decisiones) y 2,025 consumidores mayores de 18 años. Y se llevó a cabo online entre el 24 y el 26 de junio de este año. Ha publicado los comentarios Marketing Today de Media Post en un artículo titulado Marketers Like Twitter More Than Consumers Do. El tema era la eficacia de la publicidad y la información está completa en este PDF de Harris o este documento en Word de LinkedIn.

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agosto 4, 2009 Posted by | Buzzing, Marketing y Globalidad, Medios sociales, Publicidad | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 5 comentarios